Bielorrusia: mancillan la memoria de los sacerdotes mártires de Rositsa

Fuente: FSSPX Actualidad

Iglesia de Rositsa, lugar del martirio de los dos sacerdotes y fieles.

Tras las protestas de la jerarquía y los fieles católicos del país, el diario estatal de Minsk (Bielorrusia) fue condenado por el Ministerio de Información por publicar caricaturas ofensivas contra el clero.

Todo comenzó el 7 de septiembre de 2021: el diario estatal Minskaja Pravda (La Verdad de Minsk) publicó en su imagen de portada una mordaz caricatura de sacerdotes portando la sotana y representados como colaboradores del régimen nazi con una esvástica en el pecho.

La jerarquía católica bielorrusa, poco afectada por el complejo occidental de culpa que parecen sufrir algunos episcopados de Occidente, se apresuró a protestar enérgicamente, al igual que el nuncio apostólico, monseñor Ante Jozic, y un gran número de fieles, consternados por esta burla contra el sacerdocio católico.

Se redactó una petición al gobierno en la que se afirma que "tales publicaciones dirigidas contra los representantes del clero son inaceptables, ofensivas y preocupantes no solo para los sacerdotes católicos, sino para todo el pueblo bielorruso".

Según los autores de la carta, "este tipo de cosas difundidas en los medios estatales nos parecen un intento de incitar a la hostilidad religiosa hacia la Iglesia católica y sus fieles".

Y señalan que las caricaturas antes mencionadas también constituyen una violación de la ley de libertad de conciencia y asociación religiosa, punible por el artículo 130 del código penal bielorruso, que se ocupa de los delitos relacionados con la "incitación al odio religioso".

Tomando en serio la protesta de los católicos, el Ministerio de Información solicitó a la redacción de Minskaja Pravda que adopte medidas para que no se repita el asunto de las caricaturas, dado que "tal publicación impide preservar la armonía interreligiosa en el país".

Los medios de comunicación estatales respondieron de inmediato, asegurando al ministerio que se tomaron las medidas necesarias para prevenir este tipo de casos en el futuro.

Para completar, cabe señalar que la caricatura fue más polémica debido a que evocaba las figuras de Georges Kaszyra y Antoni Leszczewicz, dos sacerdotes martirizados por los nazis durante la masacre de Rositsa en 1943.

Las tropas alemanas habían detenido a los residentes de Rositsa en la iglesia parroquial. Allí esperaban el "veredicto" del tribunal nazi, apoyados por los dos sacerdotes, los únicos que podían entrar y salir de la iglesia y llevar comida a los fieles, así como el consuelo espiritual de los sacramentos.

Los jóvenes fueron enviados a campos de concentración, todos los demás, incluidas mujeres y niños, fueron quemados vivos, en compañía de dos sacerdotes a quienes les habían perdonado la vida, pero decidieron no abandonar a sus feligreses. En total, 1,528 personas murieron en Rositsa.