Bielorrusia: se insta al clero a la prudencia digital

Fuente: FSSPX Actualidad

La jerarquía católica ha aconsejado a su clero que elimine los perfiles digitales que pueda tener en las redes sociales. Se trata de la nueva ley religiosa que entró en vigor hace unos meses en Bielorrusia, una legislación que hace temer por el futuro de la Iglesia en la antigua república soviética.

"Los sacerdotes pueden ser arrestados en cualquier momento y sus parroquias despojadas de personalidad jurídica, si publican o comparten cualquier información que las autoridades reguladoras consideren 'extremista'. Por eso los obispos les han pedido que cesen su actividad en las redes sociales".

En una entrevista con OSV Noticias publicada el 25 de noviembre de 2024, Natallia Vasilievich, representante bielorrusa de Christian Vision -una ONG que defiende a los cristianos en todo el mundo- describe con toda seriedad la situación religiosa en su país.

Para entender de qué estamos hablando, cabe recordar que en Bielorrusia entró en vigor a principios de 2024 una ley sobre la "libertad de conciencia y organizaciones religiosas", y casi un año después las distintas comunidades cristianas empezaron a medir sus efectos en su vida cotidiana.

La ley, promulgada por Alexander Lukashenko, un ex apparatchik de la era soviética que gobierna con mano de hierro un país satélite de la vecina Rusia, pretende "consolidar enfoques modernos en las relaciones entre el Estado y las organizaciones religiosas".

Asimismo, especifica que cualquier organización religiosa registrada debe volver a registrarse en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, o corre el riesgo de ser disuelta. Esta "reinscripción" no es automática, sino que debe ser aprobada por las autoridades.

Las autoridades pueden denegar el registro de una organización religiosa por motivos surgidos desde la entrada en vigor de la nueva ley, como acciones consideradas "incompatibles con la política interior y exterior" o con la armonía del país, así como declaraciones dirigidas a "desacreditar al Estado", actividades "extremistas" o que "atenten contra el honor y la dignidad de la Nación", lo que incluye "insultar a funcionarios públicos", etc. 

"Los sacerdotes pueden ser detenidos y sus parroquias despojadas de personalidad jurídica si publican o comparten algo considerado 'extremista'. Por eso sus obispos les han pedido que cesen su actividad en las redes sociales", explica Natallia Vasilievich.

Entre ellos se encuentran el Padre Yuri Barauniou, párroco de la parroquia Corazón de Jesús en Krulevshchina, cerca de Vitebsk, detenido durante diez días el pasado mes de octubre por "almacenar y distribuir material extremista"; el Padre Andrei Keulich, arcipreste del decanato de Mogilev, corrió una suerte similar.

En su informe del 31 de octubre de 2024, Christian Vision afirma que 36 miembros del clero católico de rito latino o griego han sido "objeto de persecución por motivos políticos" desde 2020, junto a 21 pastores ortodoxos y 29 protestantes. La situación no mejoró con el retiro forzado de Monseñor Ante Jozic, antiguo nuncio apostólico en Bielorrusia, que tuvo que hacer sus maletas en el verano de 2024.

En un país con una población de 9.5 millones de habitantes, el 73% de los bielorrusos se consideran cristianos ortodoxos, el 12% son miembros de la Iglesia católica y el 6% restante pertenecen a las otras 23 confesiones registradas en Bielorrusia, según un estudio publicado en 2017 por el Pew Research Center.

Algunos miembros del clero han creído en ocasiones que rompían con la prudencia al adoptar medidas críticas contra el régimen de Alexander Lukashenko. De ahí el llamamiento a la razón de la jerarquía católica bielorrusa, apoyada por los servicios diplomáticos del Vaticano. Los obispos instan a su clero a mantener un papel estrictamente religioso para no poner en peligro la existencia legal de la Iglesia.