Brasil: ley contra "fake news" divide a los católicos

Fuente: FSSPX Actualidad

Obligar a las grandes empresas y los medios de comunicación del país a la autocensura en internet en nombre de la lucha contra las fake news, o noticias falsas: ese es el nuevo caballo de batalla del presidente brasileño. Católicos y evangélicos denuncian el auge de un totalitarismo que oculta su nombre.

Brasil es el tercer mayor consumidor de redes sociales del mundo, muy por detrás de India e Indonesia. Sin embargo, durante los últimos tres años, un controvertido proyecto de ley, llamado Fake News Bill, se ha abierto paso gradualmente a través de los meandros del Congreso.

¿Su objetivo? Regular - censurar, dicen los opositores - las plataformas de redes sociales, de forma similar a lo que sucede con la televisión y la radio. En virtud del viejo principio según el cual dominar la información equivale a ejercer un mayor poder.

Presentado por primera vez en 2020, el proyecto de ley sobre noticias falsas cuenta con el apoyo unánime de los aliados políticos del actual presidente, Luiz Inácio Lula Da Silva…

El proyecto ha sido denunciado enérgicamente, con justa razón, por los partidarios del expresidente conservador, Jair Bolsonaro.

A principios de mayo de 2023, varios millones de brasileños recibieron un mensaje de texto de la aplicación de mensajería Telegram, afirmando que Brasil estaba a punto de aprobar una ley que "pondría fin a la libertad de expresión".

El juez de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, amenazó de inmediato con desconectar Telegram durante 72 horas si la mensajería cifrada no eliminaba el mensaje: la plataforma finalmente cedió. Una señal del apasionado debate que se ha apoderado de Brasil.

Un debate que revela las fracturas existentes al interior de la Iglesia católica, una verdadera institución en el país. Varias asociaciones no tradicionalistas han publicado una carta para apoyar al poder socialista en su lucha contra las fake news. Esta carta fue cofirmada por una comisión dependiente de la Conferencia Episcopal de Brasil.

Por el contrario, los católicos más conservadores y los protestantes evangélicos han expresado su preocupación: "En nombre de la lucha contra la desinformación, muchas opiniones que defienden los valores conservadores han sido tildadas de 'fake news'", advierten.

En su opinión, la futura ley podría funcionar como "un instrumento de censura", si la noción de "discurso de odio" se extendiera a hechos de moral condenados por el cristianismo "como el aborto u otros pecados contra la naturaleza".

Aunque ya ha sido pospuesta varias veces, la Fake News Bill lucha por tener éxito, y sus promotores pretenden imponerla antes del comienzo del invierno austral.