Camerún: los obispos denuncian la procreación medicamente asistida
El gobierno de Camerún puso en marcha una ley sobre la procreación médicamente asistida (PMA), el 14 de julio de 2022. Dicha ley permite, entre otras cosas, que toda persona "obtenga y conserve sus gametos o tejidos germinales", para poder llevar a cabo un PMA más tarde.
En un comunicado, publicado el 10 de agosto, la Conferencia Episcopal Nacional de Camerún (CENC) denunció la "legalización y las manipulaciones inaceptables" en el campo de la PMA y recordó "la enseñanza del Magisterio de la Iglesia que considera pecaminosa, inaceptable e ilícita la procreación médicamente asistida, y más particularmente la técnica de la fecundación in vitro (FIV)".
Al expresar su preocupación por la población ante las ofertas tecnológicas en el campo biomédico, los obispos recuerdan que la familia y la vida naciente están marcadas con el "sello de la sacralidad" y deploran la "creciente cultura de la permisividad y el abuso" en la procreación medicamente asistida y las técnicas de fertilidad asistida, al tiempo que denuncian los "problemas económicos, técnicos y antropológicos" que de ellas se derivan.
Los obispos cameruneses declaran que la mayoría de las técnicas de reproducción asistida atentan contra la dignidad humana a gran escala, al instrumentalizarla, lo que genera problemas éticos y doctrinales. Porque la doctrina católica enseña que existe un vínculo intrínseco entre el acto conyugal y la procreación.
La Iglesia condena la práctica de la fecundación extracorpórea o FIV (fecundación in vitro y transferencia de embriones). "Si la intervención de estas tecnologías de reproducción asistida sustituye el acto conyugal como medio para concebir un hijo, es moralmente ilícita y no está de acuerdo con la intención de Dios para la vida humana".
El comunicado de los obispos se opone al "pensamiento dominante que a veces propone una 'falsa misericordia', que considera que favorecer la práctica del aborto significa ayudar a la mujer; procurar la eutanasia es realizar un acto de dignidad; "producir" un niño es una conquista científica que complace a las familias, o incluso manipular vidas humanas en el laboratorio es un pretexto para salvar a otros".
Finalmente, respondiendo al deseo de las parejas estériles de tener un hijo, los obispos precisan que "la Iglesia, al alentar una investigación científica coherente con el respeto a la vida y a la dignidad humana, alienta a estas parejas a asumir el fracaso de la esterilidad irremediable. Los invita a apegarse al único proceso humano de la adopción de muchos huérfanos que necesitan un hogar".
Los obispos piden, por tanto, "el rechazo categórico de la fabricación y mercantilización del embrión humano", siendo el tema más importante la dignidad misma del niño.
Fuentes: cath.ch/ cenc – DICI n°424, septembre 2022
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