Canadá: la agenda LGBT tiene como objetivo la destrucción de la Iglesia católica

Fuente: FSSPX Actualidad

Jordan Bernt Peterson

El psicólogo clínico, intelectual, crítico cultural y profesor canadiense de psicología, Jordan Bernt Peterson, advirtió que los activistas LGBT quieren destruir la Iglesia católica. En Canadá, las escuelas católicas ya han integrado su ideología a su plan de estudios y quienes se oponen a ello son acosados.

Peterson afirma que el plan de estudios LGBT "no podría ser una antítesis más fuerte de la enseñanza católica", como si hubiera sido creado específicamente para ese propósito. Peterson no es católico, pero valora el catolicismo y los principios asociados a él. El psicólogo incluso hizo un llamamiento a los católicos a luchar por su fe.

Según Peterson, la agenda LGBT busca fundamentalmente "destruir" todas las tradiciones, utilizando una variedad de comportamientos manipuladores y represivos. Asimismo, advirtió que los católicos que son ingenuos o apáticos al respecto están actuando como "idiotas útiles" contribuyendo a su propia ruina.

Las fuertes palabras de Peterson fueron motivadas por una declaración de la Asociación de Maestros Católicos de Ontario, que defendió el plan de estudios LGBT en las escuelas como respuesta a una declaración del primer ministro de Ontario, Doug Ford, quien se opuso al adoctrinamiento de los estudiantes a través del plan de estudios LGBT.

Una realidad demasiado evidente

Desafortunadamente, el Dr. Peterson tiene toda la razón, e incluso está por debajo de la realidad: los "católicos" que defienden la agenda LGBT no solo son idiotas útiles, sino fundamentalmente apóstatas, porque claramente han abandonado la fe católica. Este segundo punto explica el primero.

Y estos enemigos internos reciben demasiado apoyo de las autoridades que deberían sancionarlos y denunciar sus maniobras destructivas: a su vez, estas últimas tienen un papel de complicidad, aunque sea pasiva, que participa, lenta pero seguramente, en la destrucción de la fe y la moral en el corazón de los fieles de quienes estos pastores son responsables.

La prueba de esta complicidad reside en el sorprendente hecho de que sea un no católico quien haya lanzado esta advertencia tan tajante y clara para alertar contra el programa LGBT que, independientemente de las distintas intenciones, es objetivamente destructor de la moral y, por tanto, perjudica gravemente a la Iglesia.