“Celebret” desmaterializado para diáconos, sacerdotes y obispos de Francia

Fuente: FSSPX Actualidad

La Iglesia abandona el papel y cede el paso al "celebret" universal, conectado y "a prueba de manipulaciones". Los obispos ya cuentan con este celebret. A finales de 2023, todos los sacerdotes y diáconos franceses, "aproximadamente entre 17,000 y 18,000 ministros ordenados", llevarán en sus bolsillos un documento de identidad laminado, en tamaño tarjeta de crédito.

Como está previsto en el derecho canónico, estos últimos deben identificarse siempre que salen de su diócesis, en los santuarios a la entrada de las iglesias o durante eventos importantes como las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ).

El celebret

Emitido por el obispo o el superior de una comunidad religiosa, este documento da fe de la potestad "de un sacerdote para celebrar los sacramentos: misa, bautismo, confesión, matrimonio, extremaunción y predicar", explica monseñor Alexandre Joly, obispo de Troyes y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Francia (CEF). Asimismo, especifica si el sacerdote puede supervisar grupos de jóvenes o encontrarse a solas con un menor incluso en un espacio visible.

El celebret se puede solicitar durante un viaje fuera de la diócesis, en Francia o en el extranjero, en santuarios o parroquias, o en eventos importantes como las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), para demostrar que un sacerdote está capacitado para administrar los sacramentos, y no está sujeto a ninguna restricción que impida sus facultades sacramentales.

Un celebret desmaterializado

Los obispos reunidos en Asamblea Plenaria en noviembre de 2021, aprobaron la creación de un modelo nacional que contribuye a homogeneizar el documento entre las diócesis y las comunidades religiosas, además de proporcionar un medio de actualización en tiempo real de las acreditaciones y restricciones. Pretende evitar que los impostores (falsos sacerdotes o diáconos) actúen en perjuicio de los fieles y de los sacramentos, creando falsos celebret.

En concreto, se trata de una tarjeta de identificación personal, de formato idéntico a las nuevas tarjetas de identidad, que da acceso al celebret a través de un código QR. Esta tarjeta no tiene límite de validez, excepto en caso de cambio de lugar de incardinación. Incluye la siguiente información: identificación con foto; información de incardinación; nombre, apellido, fecha y lugar de nacimiento del sacerdote; información sobre su ordenación.

También incluye un identificador personal único (ID) y un código QR. A partir de ahora, para verificar el estatus de un sacerdote, las personas que reciban a "sacerdotes, rectores o sacristanes", estarán autorizadas a revisar el código QR impreso en el documento. Este enlace reenvía a una página "personal" que figura en un directorio nacional desmaterializado.

Los obispos deben asegurarse de que la información se actualice anualmente o "tan pronto como se pronuncie una sanción o limitación". Las páginas se muestran en tres colores. Verde (sin limitaciones), anaranjado (limitaciones) o rojo (prohibición para celebrar). Si aparece el color anaranjado, se puede mostrar el detalle a través de un código confidencial enviado al sacerdote dueño del celebret. Si el sacerdote se niega a permitir el acceso a su espacio: "No podrá celebrar nada en absoluto", advirtió monseñor Joly.

Se trata de un "cambio de cultura en la Iglesia" en materia de control, declaró el obispo de Troyes. El aspecto obsoleto del celebret en papel permitió "negligencias" o usurpaciones. El nuevo procedimiento "durará cinco segundos y será tan natural como presentar la tarjeta de seguridad social", subrayó Ambroise Laurent, subsecretario de la CEF.