China: la atenta mirada de Beijing en el Vaticano
Monseñor Camillus Johnpillai
El 15 de noviembre de 2022, durante un coloquio organizado por el Dicasterio para la Evangelización, el vaticanista Sandro Magister entrevistó a Monseñor Camillus Johnpillai, jefe de servicio de este Dicasterio, sobre las relaciones del Vaticano con China luego del acuerdo secreto provisional sobre el nombramiento de obispos, recientemente renovado por dos años.
Las respuestas del prelado son muy instructivas. Vemos en primer lugar el papel fundamental de la Secretaría de Estado en la aplicación del acuerdo secreto: "En cuanto a las previsiones y los nombramientos en las diócesis de China, nuestro dicasterio, en colaboración con la Secretaría de Estado, organiza una reunión cada semana para decidir la forma de proceder, porque nos encontramos aquí en una situación política muy diferente a la de otros países.
"Y la Secretaría de Estado está bien informada de la situación, particularmente en lo que respecta a la firma de este acuerdo con el gobierno chino. Así que cada decisión, especialmente la previsión, el nombramiento, se toma siempre en colaboración con la sección responsable de China dentro de la Secretaría de Estado".
A continuación, tocó el tema del control de Beijing sobre la Santa Sede en la aplicación del acuerdo: "El gobierno chino está al tanto y sigue todo lo que hacemos, incluso esta conferencia de prensa, al final nada es secreto. Pero en el campo político, esas son las opciones que tenemos. ¿Qué debemos hacer? No podemos crear otra opción que no exista.
"Es necesario ser realistas al tratar con estos gobiernos, no solo con China sino también con otros países como Vietnam. Cada país tiene sus particularidades y características, por lo que antes de hacer un nombramiento, o crear una nueva diócesis, siempre debemos pedir luz verde al gobierno.
"Lamentablemente nuestros márgenes de maniobra son muy estrechos para negociar todo esto. Es verdad que las cosas no avanzan muy rápido, sino con una progresión muy, muy limitada".
Finalmente, habló sobre la cautela diplomática de la que se rodean los partidarios romanos de este acuerdo: "En cuanto a las cuestiones de la Iglesia en China, tenemos un encargado que está en Hong Kong. Hong Kong es la puerta de entrada a la Gran China. Sin embargo, aquí no usamos la expresión "nunciatura" sino "Centro Misionero de Estudios".
"La categoría de nunciatura es política y muy peligrosa de usar, si usáramos esta designación iríamos en contra del espíritu del acuerdo. La 'misión' es monitorear, seguir de cerca todos estos territorios.
"Incluso las personas de la Gran China pueden viajar a Hong Kong sin dificultad, porque políticamente Hong Kong es parte de la Gran China. Entonces, un ciudadano chino tiene total libertad para salir de la Gran China continental y llegar a Hong Kong".
Recordemos que este acuerdo secreto es denunciado con perseverancia por el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, obispo emérito de Hong Kong. Las declaraciones de Monseñor Johnpillai sobre cómo funcionará en la práctica el acuerdo entre la China comunista y el Vaticano solo pueden fortalecer su valiente oposición.
Fuentes: Settimo Cielo – trad. à partir de diakonos/DICI n°427 – FSSPX.Actualités
Imagen: © Vatican Media