China: obispo amenaza con suspender a los sacerdotes que no se registren

Fuente: FSSPX Actualidad

Catedral de la diócesis de Baoding, Hebei

En Hebei, el obispo "oficial" publicó una carta pastoral en la que afirma haber concelebrado recientemente con 30 sacerdotes que antes eran "clandestinos", y que utilizó las Orientaciones publicadas por el Vaticano en 2019 para obligarlos a unirse a la Asociación Patriótica Católica China.

Un breve repaso de la situación

La Asociación Patriótica Católica China es una rama del Partido Comunista Chino (PCCh), que reúne al clero que aceptó jurar lealtad al gobierno. Es cismática en esencia. Una denominación común llama a este clero la Iglesia "oficial", en oposición a la Iglesia "clandestina" o "subterránea", cuyo clero ha permanecido leal a Roma.

En septiembre de 2018, se firmó un acuerdo entre el Vaticano y el gobierno chino sobre el nombramiento de obispos. Dicho acuerdo tenía una vigencia de dos años. Los términos de este acuerdo, renovado en 2020 por dos años más, aún no han sido revelados.

El 28 de junio de 2019, la Santa Sede publicó las "Orientaciones pastorales sobre el registro civil del clero en China", que permitían la adhesión a la Asociación Patriótica, sin imponerla, y especificando ciertos límites que no debían traspasarse. Estas Orientaciones suscitaron reacciones diversas, pero muchos sacerdotes y obispos se opusieron a ellas. (Ver artículos al final de la página).

Las maniobras del obispo “oficial” de Baoding

El 15 de julio de 2022, el obispo oficial de Baoding, monseñor Francis An Shuxin, publicó una "Carta pastoral sobre el registro civil del clero en la diócesis de Baoding". En dicha carta informa que más de 30 sacerdotes han concelebrado con él en los últimos meses.

Además, explica que utilizó el acuerdo Sino-Vaticano de 2018, las Orientaciones Pastorales antes mencionadas, así como otras declaraciones papales para alentar a todo el clero a registrarse oficialmente y a todos los fieles en la diócesis a aceptar a los clérigos registrados, de tal manera que se promueva la unidad de la diócesis.

También amenaza a los sacerdotes que se niegan a registrarse con la prohibición de administrar los sacramentos, lo que es contrario al texto de las Orientaciones, y señala que los privilegios especiales otorgados por la Santa Sede en junio de 1978 al clero no registrado habían sido abolidos. Asimismo, advierte que las autoridades civiles se ocuparán de los infractores de conformidad con la ley y los reglamentos.

“Presión sin precedentes sobre el clero de una Iglesia que siempre ha resistido”

Las Orientaciones se han convertido, por tanto, en un arma formidable en manos de las autoridades gubernamentales, especialmente en la región de Hebei, para emprender una "transformación forzada" del clero clandestino. Un comentarista chino escribe:

"Además de la completa restricción de la libertad personal (supervisión y encarcelamiento) del clero clandestino, y la presión física y mental ejercida por las autoridades, otro medio importante ha sido el uso de las Orientaciones Pastorales de la Santa Sede. Este documento se ha convertido en el arma más poderosa para 'transformar' al clero clandestino".

La instrumentalización de las Orientaciones Pastorales ha provocado muchas reacciones. Algunos las han analizado y refutado desde el ángulo teológico y pastoral, señalando su ambigüedad y su desconocimiento de la praxis de las autoridades chinas. Otros han tratado de precisarlas, pero subrayando el abuso que han hecho de ellas las autoridades chinas, con el apoyo de un obispo oficial.

Fue así que los sacerdotes de Baoding, conocidos desde hace décadas por su lealtad, firmaron, después de solo dos o tres meses, lo que antes habían considerado "contrario" a su fe y celebraron con monseñor An, que ya se había unido a la 'Asociación Patriótica'. El poder de esta arma es tal que incluso la fiel Iglesia de Baoding colapsó en masa.

Muchos sacerdotes nunca habían visto este documento y cuando las autoridades gubernamentales se los leyeron, lo firmaron aceptando las condiciones. Pensaron que era la voluntad de la Santa Sede. Cabe señalar que el texto sí dice que los sacerdotes no están obligados, pero se ofrecen varios argumentos para empujarlos a hacerlo.

Las consecuencias han sido a menudo dramáticas para los sacerdotes que han firmado: algunos sufrieron crisis nerviosas después de firmar; otros se arrepintieron y se sintieron traicionados; otros, después de oficializarse, fueron rechazados por sus feligreses y tuvieron que regresar a casa.

La consecuencia, concluye este testimonio, es que se ha creado un caos sin precedentes en la diócesis de Baoding. - Y este caos fue creado por la política del Vaticano en sus relaciones con el gobierno chino y con los obispos oficiales de la Asociación Patriótica. Esto ya había sido predicho por algunas mentes perspicaces acostumbradas a las prácticas del PCCh.