¿Cómo obtener la indulgencia jubilar en 2025?

Por indulgencia se entiende la remisión ante Dios de la pena temporal debida por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, remisión que es concedida por la Iglesia fuera del sacramento de la penitencia.

Hay dos clases de indulgencias: la indulgencia plenaria, que remite toda la pena temporal debida por el pecado, y la indulgencia parcial que remite solo una parte de ella.

Es el Soberano Pontífice, a quien Nuestro Señor ha confiado el poder de dispensar todo el tesoro espiritual de la Iglesia, quien puede conceder y distribuir indulgencias, así como todos aquellos a quienes el Soberano Pontífice ha concedido este poder.

Para ganar una indulgencia es necesario estar bautizado y no excomulgado, tener la intención de ganarla realizando la obra prescrita, estar en estado de gracia y no tener apego a ningún pecado venial. Las indulgencias se ganan para uno mismo o para las almas del Purgatorio.

La nota publicada por la Penitenciaría Apostólica recuerda las condiciones habituales: "Los fieles verdaderamente arrepentidos, sin apego al pecado y animados por un espíritu de caridad, que, durante el Año Santo, purificados por el sacramento de la penitencia y alimentados por la sagrada comunión, recen por las intenciones del Soberano Pontífice obtendrán del tesoro de la Iglesia una indulgencia plenaria".

Para obtener la indulgencia, los fieles deberán realizar una peregrinación o un acto de penitencia o misericordia. Se recomienda una peregrinación a Roma. La Penitenciaría recomienda visitar las siete iglesias más amadas por San Felipe Neri, pero también el Iter Europaeum, las iglesias nacionales europeas en Roma.

O un itinerario en honor a los grandes santos: Santa María sobre Minerva, Santa Brígida en Campo dei Fiori, Santa María de la Victoria, iglesia de la Trinidad del Monte, Santa Cecilia en Trastevere, San Agustín en Campo Marzio.

Asimismo, se recomienda visitar el santuario de Nuestra Señora del Divino Amor, la iglesia del Espíritu Santo en Saxia (el santuario de la Divina Misericordia), la iglesia de San Pablo de las Tres Fuentes (lugar del martirio de San Pablo) y las catacumbas cristianas.

Los fieles están invitados a seguir el ejemplo y el mandato de Cristo de redescubrir las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. 

Así como las obras de misericordia espirituales: dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que se equivoca, consolar a los afligidos, perdonar las ofensas, soportar con paciencia los defectos del prójimo, rogar a Dios por vivos y muertos.

Con motivo del Año Santo, la Fraternidad San Pío X organizará una peregrinación internacional a Roma los días 19, 20 y 21 de agosto de 2025.