Corte Suprema de Estados Unidos: ¿el último acto de Donald Trump o su triunfo?
En vísperas de una votación incierta, la confirmación por parte del Senado de Amy Coney Barrett a la Corte Suprema fue un gesto de bienvenida hacia el electorado estadounidense comprometido con los valores familiares y la defensa de la vida. El ala progresista, por su parte, está viendo cómo se reduce su margen de maniobra para los próximos años.
En la noche del 26 de octubre de 2020, Clarence Thomas, decano de la Corte Suprema de los Estados Unidos, entregó la Biblia a la nueva jueza para que prestara juramento, bajo la atenta mirada del presidente Trump.
La decisión del presidente estadounidense de nombrar a Amy Coney Barrett para el tribunal superior del país fue, como era de esperar, confirmada por un Senado con mayoría republicana.
"Este es un día histórico para Estados Unidos", dijo Donald Trump después de la toma de posesión en la Casa Blanca. El presidente-candidato ha elogiado en repetidas ocasiones las "increíbles dotes", la "generosidad en la fe" y el "temperamento de oro" de esta católica de 48 años, madre de siete hijos, comprometida en la lucha pro-vida, y fuertemente opuesta a las uniones entre personas del mismo sexo.
La llegada de Amy Barret a la Corte Suprema estadounidense es también una victoria personal para el candidato republicano, en vísperas de unas elecciones que todo el mundo está esperando.
No solo porque la nueva Jueza Suprema puede atraer a una parte del electorado católico que podría marcar la diferencia, sino también por razones más tácticas, ya que la Corte Suprema ahora se inclina claramente hacia el lado republicano.
La cuestión del monto de los impuestos que paga el presidente-candidato ha envenenado parte de su campaña, sirviendo de argumento fácil para el clan demócrata. Sin embargo, la Corte Suprema, incautada por los abogados de Donald Trump, ha sido llamada a pronunciarse sobre una posible suspensión de una decisión del tribunal de la Corte de Apelaciones de Nueva York, solicitando el levantamiento de la inmunidad presidencial.
El más alto tribunal estadounidense también se ha visto afectado en los últimos días por varias demandas del Partido Republicano en tres estados swing, o estados fundamentales, cuya ganancia es crucial para las elecciones, a fin de limitar la duración de la recepción y el conteo de papeletas de voto por correspondencia: un dispositivo que tenderá a favorecer al candidato demócrata.
Consciente del giro conservador, especialmente en el contexto de la política familiar, que la confirmación de Amy Barrett podría ocasionar en Estados Unidos durante muchos años, la demócrata más joven en el Congreso, Alexandria Ocasio-Cortez, tuiteó su apoyo a una idea que está circulando cada vez más en el clan progresista: aumentar el número de jueces en la Corte Suprema para contrarrestar la influencia de los jueces nombrados por Donald Trump...
Más allá de todas las maniobras políticas, debemos celebrar que la lucha por la vida haya ganado puntos con esta nominación. Pero las cosas se están poniendo difíciles en el país del norte de América.
Fuentes: AFP/Ouest France/Le Point – FSSPX.Actualités
Imagen: The White House/ Domaine public