¿Descubren nuevas reliquias de San Pedro?

El 26 de junio de 1968, Paulo VI autentificó las reliquias del Príncipe de los Apóstoles, tras haber sido descubiertas por la arqueóloga y epigrafista Margherita Guarducci. Hoy, el interés alrededor de las reliquias de San Pedro vuelve a resurgir gracias a un descubrimiento que ha captado la atención del público.
El descubrimiento tuvo lugar durante las obras de restauración de la iglesia de Santa-Maria in Cappella, en Trastévere. Dentro de un hueco de un hotel medieval, se encontraron dos pequeñas ollas; mismas que podrían contener las reliquias de los primeros papas mártires, entre los cuales podría figurar el Príncipe de los Apóstoles. Si el descubrimiento se autentica, estos fragmentos de hueso se añadirían a los otros que se conservan bajo el altar de la Basílica del Vaticano.
La historia fue presentada por Bárbara Carfagna, en el programa televisivo "Codex", transmitido por el canal Rai Uno, el 1 de septiembre del 2017.
La Iglesia donde fueron encontradas las reliquias
La iglesia de Santa-Maria in Cappella, perteneció a la familia Doria Pamphili, y fue consagrada el 25 de marzo de 1090 por dos obispos: Ubaldo, de la diócesis de Sabina-Poggio Mirteto, y Jean, obispo de Túsculo. Una inscripción sobre la piedra, que ha sido analizada por el arqueólogo Cristiano Mengarelli, confirma que las reliquias ahí contenidas son importantes: en la lista se menciona un fragmento de la túnica de la Virgen María (no encontrado dentro del altar) - y fragmentos de huesos pertenecientes a San Pedro, San Cornelio, San Calixto y San Félix, quienes fueron papas, cuyos cuerpos fueron enterrados en distintos lugares. También se mencionan otros mártires como Hipólito y Anastasio.
"Este conjunto de reliquias de santos aparece, aunque con distintas combinaciones, en otros documentos auténticos - documentos que atestiguan la procedencia de las reliquias en los altares consagrados - en el mismo período y en otras iglesias," señala el arqueólogo, que parece apoyar la autenticidad del descubrimiento.
Aunque el espacio ubicado justo debajo de la losa del altar hecho de mármol, donde se encontraron las reliquias, no siempre ha estado sellado, dos certificados de los siglos XVII y XIX atestiguan su presencia en el lugar.
El edificio, que había permanecido cerrado al público desde 1982, ha sido objeto de renovaciones en los últimos años. Uno de los testigos del descubrimiento, Massimiliano Floridi, esposo de la princesa Gesine Pogson Pamphili, cuenta que las reliquias fueron descubiertas "por casualidad", gracias a que uno de los trabajadores movió la losa del altar.
Al hacer esto, descubrió dos pequeñas ollas de cerámica recubiertas con una capa de plomo, con tapas igualmente hechas de plomo sobre las cuales se pueden leer los nombres de los santos que se encuentran en el interior. Sus nombres aparecen nuevamente escritos, con una letra distinta, en dos placas hechas del mismo metal y colocadas al interior de las urnas.
Según señala Cristiano Mengarelli, estos objetos datan de la época en que la iglesia fue consagrada. Las reliquias fueron colocadas dentro de unas urnas nuevas y entregadas al vicariato de Roma, donde fueron selladas hasta que la investigación continúe.
¿Cómo llegaron las reliquias a ese lugar?
La iglesia de Santa-Maria in Cappella está vinculada a la historia del pontificado de Urbano II, un papa francés que reinó de 1088 a 1099, y que pasó una parte de su vida en la isla Tiberina. Durante esa misma época vivió en Roma un antipapa, Clemente III (1080 -1100), quien apoyado por el emperador Enrique IV, usurpó el palacio de Letrán.
La hipótesis señala que la iglesia de Trastévere pudo haber sido utilizada como capilla pontifical por el papa legítimo durante su estancia en la ciudad. En este caso, resulta probable que Urbano II haya querido celebrar la misa sobre las reliquias del Príncipe de los Apóstoles y de sus sucesores a la cabeza de la Iglesia, durante una época en que su autoridad era abiertamente pisoteada por el candidato del emperador alemán.
Aunque las reliquias del primer papa conservadas en la Basílica del Vaticano, bajo el altar de la Confesión, han sido identificadas con certeza, la investigación científica debe continuar para poder determinar la procedencia de las nuevas reliquias y declararlas auténticas. La comparación con otros fragmentos de hueso pertenecientes al apóstol San Pedro ayudará a dilucidar el misterio.
Fuente: La Stampa - FSSPX.Actualités - 04/09/17