Donald Trump cambia su posición sobre el aborto
La coincidencia es tan grande que no puede pasar desapercibida: mientras la mayoría de los estadounidenses tenían los ojos pegados al cielo y contemplaban con fascinación el eclipse total de sol del 8 de abril de 2024, otra forma de asombro llamó al mismo tiempo la atención de los votantes del candidato nombrado por el Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
En un breve video publicado en su plataforma favorita, Truth Social, Donald Trump se retractó de una prohibición total del aborto, expresando su deseo de permitir que los estados decidan su propia legislación en esta materia:
“Los estados lo determinarán mediante votación o mediante una ley, o quizás ambas cosas. Cualquiera que sea su decisión, debe tener fuerza de ley”, declaró el candidato a suceder a Joe Biden, añadiendo que habrá que aceptar la idea de que en el futuro “muchos estados tendrán un número diferente de semanas límite de embarazo para un aborto, (…) al final lo que cuenta es la voluntad del pueblo”. Suficiente para dejar atónita a parte de su electorado.
“Su decisión está basada en una forma de oportunismo político en lugar de basarse en el principio de defender el derecho a la vida”, deploraron inmediatamente dos líderes pro-vida en Estados Unidos, Marjorie Dannenfelser, en representación de Susan B. Anthony Pro-Life America, y Lila Rose de Live Action.
Y para aumentar un poco más la confusión, dos días después, el 10 de abril, Donald Trump se sumó a las críticas de los partidarios del aborto en Arizona, denunciando una decisión de la Corte Suprema de ese estado que prohibe completamente el aborto: “Fue demasiado lejos, pero estoy convencido de que el gobernador logrará hacer que todos entren en razón”, comentó, reafirmando en esta ocasión que no estaba a favor de una prohibición del aborto a nivel nacional.
Los partidarios incondicionales de Donald Trump consideran que no es apropiado agobiar demasiado al candidato del Partido Republicano a pocos meses de la carrera presidencial: según ellos, gracias a su favorito fue posible la abolición del fallo Roe v. Wade de 1973 que despenalizó el aborto a nivel federal.
Además, según ellos, Donald Trump ahora se esforzará por encontrar una posición más pragmática y convincente sobre el aborto, en un momento en que las posiciones radicales de los activistas pro-vida podrían disuadir a algunos de los votantes del Grand Old Party de votar correctamente en las urnas el 5 de noviembre.
Por otra parte, su competidor demócrata, se burló de este repentino cambio de posición: "Trump se está confundiendo", bromeó el actual huésped de la Casa Blanca, candidato a la reelección, que lo ve como una señal de un Donald Trump que “teme que los votantes le hagan pagar por su responsabilidad en la abolición de la garantía federal del derecho al aborto” consagrada en el caso Dobbs v. Jackson dictado por la Corte Suprema de los Estados Unidos el 24 de junio de 2022.
Quizás haya otro problema detrás de este cambio de opinión por parte del expresidente, quien sin duda ha observado –gracias a las encuestas– que la secularización se está apoderando cada vez más de la sociedad estadounidense, y que el conservadurismo que encarna ya no está completamente alineado con el movimiento pro-vida. Como en el caso del eclipse total que implica una perfecta alineación de la Tierra, la Luna y el Sol.
¿Los partidarios del derecho a la vida verán una forma de cinismo en este cambio de opinión que probablemente influya en su elección del 5 de noviembre? “Solo salimos de la ambigüedad a costa nuestra”, solía decir el cardenal de Retz: habrá que esperar algunos meses más para ver si este dicho es cierto.
(Sources : Associated Press/Politico/National Catholic Register – FSSPX.Actualités)
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