Educación: una tormenta invernal llamada EVARS

Fuente: FSSPX Actualidad

La versión apenas revisada de la propuesta sobre la educación para la vida afectiva, relacional y sexual (EVARS) deberá ser examinada por el Consejo Superior de Educación (CSE) a finales de enero. Salvo nuevo giro, la ideología de género en su versión más perversa podrá enseñarse a los niños desde una edad temprana.

No solo hay un océano que separa a Francia de Estados Unidos, también hay un abismo de estupidez, y esta última dista mucho de estar a favor del país de la Ilustración... El 20 de enero de 2025, el nuevo inquilino de la Casa Blanca manifestó su deseo de "defender a las mujeres contra el extremismo de la ideología de género y restaurar la verdad biológica en el seno del gobierno federal".

Tres días después, en Francia, el ministro de Educación resucitaba de sus cenizas la directiva sobre la educación para la vida afectiva, relacional y sexual (EVARS), un texto prometido en 2023 por el exministro Pap Ndiaye e inspirado en gran medida en la ideología de género.

En declaraciones a France Inter el 23 de enero, Elisabeth Borne confirmó que el programa EVARS sería examinado por el Consejo Superior de Educación (CSE) el 29 de enero: un texto considerado "absolutamente indispensable" debido, según la ministra, a que "un niño es agredido sexualmente cada tres minutos".

Una razón totalmente falaz, a juzgar por el contenido del futuro programa, que lucha contra el sentido común: el género se hace omnipresente desde la escuela infantil, donde se hará hincapié en ejercicios destinados a invertir la asignación de puestos de trabajo en función del sexo, o a insistir en la vigilancia con respecto a la diversidad efectiva de los juegos, espacios e incluso colores...

En secundaria, se pedirá a los niños que "utilicen artículos de prensa para identificar las desigualdades entre hombres y mujeres en los ámbitos profesional, político, financiero y familiar, y que identifiquen los estereotipos de género que las sustentan".

Es más, el proyecto EVARS promueve el consentimiento como la nueva clave de las relaciones entre las personas: en el CE1, un módulo orwelliano pretende enseñar a los niños de 7 años a "pensar de forma crítica", cuando no hace falta estudiar en una politécnica para darse cuenta de que los niños de esa edad siguen dependiendo de sus padres para tomar decisiones personales responsables.

En realidad, el proyecto EVARS es un intento de normalizar la tendencia a la sexualización de los niños en la escuela, en la que confluyen dos corrientes: la de Alfred Kinsey, que en los años 50 ensalzó la sexualidad infantil, y la de la teoría de género, que no necesita más presentación.

Bajo el gobierno Barnier, varios diputados ya habían advertido en un artículo publicado en la prensa contra un proyecto "inaceptable, fruto de una redacción conjunta con asociaciones cuyo celo militante solo busca el triunfo de sus tesis, sin interesarse nunca por el bienestar y el desarrollo de los niños. Inaceptable porque privilegia la ideología woke, cuyas tesis no tienen cabida entre los muros de nuestras escuelas".

El Consejo Superior, que se reunió el 29 de enero de 2025, dispone de un voto consultivo que ejercerá sobre el mencionado proyecto. En función de la decisión que adopte, aún podrían introducirse cambios antes de que se publique oficialmente antes del verano y entre en vigor al inicio del curso escolar de 2025, a menos que un milagro impida que se ponga en marcha esta nueva máquina infernal contra los niños.

Para que eso ocurra, las ondas sísmicas de la "revolución del sentido común" firmada como ley en Estados Unidos tendrían que hacerse eco en el Viejo Continente...