Egipto: los cristianos vuelven a sonreír
Catedral católica copta, en El Cairo
En el marco del proceso de regularización iniciado en 2016, el comité gubernamental encargado de regularizar el estatuto de las iglesias en Egipto certificó 293 lugares de culto cristianos. Desde la llegada al poder del presidente Al Sissi, la situación de la minoría cristiana ha mejorado notablemente, ya que el presidente desea dar a su país una imagen respetable en términos de modernidad y tolerancia religiosa.
Los cristianos egipcios tienen una razón para sonreír: desde agosto de 2016, el proceso de legalización de los lugares de culto cristianos está en marcha en la tierra de los faraones. El 21 de octubre de 2024, el gobierno legalizó otras 293 iglesias, con lo que el número total de edificios religiosos -y los edificios que dependen de ellos- asciende a 3,453.
Según el sitio web egipcio de noticias Egypt Today, citado por All Arab News, "este esfuerzo continuo del gobierno egipcio se alinea con el compromiso de Egipto de regular y apoyar a las instituciones religiosas en todo el país, mejorando así la relación entre la Iglesia y la sociedad".
Como recordatorio, el 30 de agosto de 2016, el parlamento egipcio votó por mayoría de dos tercios a favor de un texto que regula la construcción, renovación y regularización de los lugares de culto, ofreciendo en particular un procedimiento administrativo simplificado.
El texto suaviza las diez normas más restrictivas introducidas en 1934 en la antigua legislación otomana, que exigían múltiples garantías administrativas y desalentaban a los cristianos.
No en vano, las comunidades cristianas -10 millones de coptos, entre ellos 300,000 católicos, de una población de 113 millones, como informó RCF el pasado abril- han construido durante décadas lugares de culto sin permiso, dando a veces a los grupos yihadistas un pretexto para perpetrar actos de terror contra ellos.
Gracias a la nueva ley, estas iglesias pueden ahora legalizarse, siempre que se hayan construido respetando las normas de seguridad y urbanismo vigentes. Sin embargo, la generosidad del presidente Al Sissi no carece de segundas intenciones.
En un momento en que se enfrenta a una importante ralentización económica debida a la caída del turismo vinculada a la pandemia de Covid y, sobre todo, a la inestabilidad actual en Oriente Próximo, el gobierno egipcio necesita mostrar sus credenciales para asegurar a los países occidentales -con Estados Unidos a la cabeza- su compromiso con la promoción de la "diversidad religiosa" en nombre de la modernidad, para poder beneficiarse del maná occidental. Y para aumentar el papel del país en el tablero geopolítico local.
"El país ha experimentado un descenso de la violencia islamista radical y de los ataques anticristianos, avances en la implementación del proceso de registro de iglesias no autorizadas y edificios afines, y el lanzamiento de un programa gubernamental para combatir la intolerancia religiosa en las zonas rurales", señala el USCIRF, la agencia gubernamental estadounidense encargada de supervisar el estado de la libertad religiosa en el mundo.
Pero el USCIRF añade que "las desigualdades religiosas sistemáticas y permanentes siguen arraigadas en el país y la sociedad, y diversas manifestaciones de discriminación religiosa continúan afectando a los cristianos coptos y a otras minorías religiosas del país". Una forma de mantener la presión sobre el presidente de Egipto.
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Fuentes: All Arab News/Zenit – FSSPX.Actualités
Imagen: Hierarchicus2, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons