El cardenal Müller se erige como heredero de Benedicto XVI
"Imprudencia" del motu proprio Traditionis custodes, "confusión doctrinal" en la Iglesia: el cardenal Gerhard Müller tomó la pluma pocos días después del funeral del Papa emérito, escribiendo algo que se parece mucho al comienzo de las grandes maniobras preparatorias para el futuro cónclave.
En Roma, la tregua ha durado poco: incluso parece haberse roto con la muerte del Papa emérito Benedicto XVI, el 31 de diciembre de 2022, cuyas obsequias -precipitadas según varios vaticanistas- fueron la ocasión para sacar a la luz las agudas tensiones que sacuden la última parte del pontificado del Papa Francisco.
Tras la publicación de "Nada más que la verdad", obra escrita por el exsecretario privado de Benedicto XVI, Monseñor Georg Gänswein, que no muestra al pontífice argentino en su mejor aspecto, ahora fue el turno del exprefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe de expresar una vez más sus críticas contra el huésped de Santa Marta.
"Las restricciones del Papa Francisco sobre la misa en latín fueron imprudentes. Creo que el soberano pontífice se beneficiaría de estar más atento a todas las sensibilidades dentro de la Iglesia, incluso aquellas que parecen más alejadas de la suya". El juicio del cardenal Ludwig Müller cayó como un helicóptero en la prensa el 10 de enero.
En su libro, Monseñor Gänswein afirma que el Papa emérito "descubrió" la publicación del decreto que restringe el uso del Misal de Juan XXIII el mismo día, 16 de julio de 2020, "mientras hojeaba L'Osservatore romano". El prelado añade que el pontífice alemán, respetando "la responsabilidad de la decisión" de su sucesor, vio en ello, "a título personal, un cambio de rumbo decisivo", e incluso un "error".
Es en esta brecha abierta en la que se precipita el cardenal Müller, quien ha mantenido ocupados a los vaticanistas en este inicio de año: el 27 de enero, las ediciones Cantagalli publicarán el último libro del alto prelado alemán, que consta de una serie de entrevistas concedidas a la periodista del Messagero Franca Giansoldati.
Monseñor Müller, nombrado por Benedicto XVI, retoma los temas queridos por su predecesor y denuncia la "confusión doctrinal" y el peligro de cisma, ilustrados en particular por el progreso del sínodo en Alemania:
L’ancien patron de la foi nommé par Benoît XVI reprend les problématiques chères à son prédécesseur, et dénonce la « confusion doctrinale » et le danger de schisme, illustré notamment par le déroulement du synode en Allemagne :
"Se niega la doctrina revelada, no se trata solo de reformas pastorales o litúrgicas, sino de la esencia misma de la fe. Bendecir a las parejas homosexuales va en contra de Dios", advierte Monseñor Müller, quien implícitamente se hace pasar por garante del legado de Josef Ratzinger.
Una cosa es cierta: para los electores del Sacro Colegio, ya han comenzado las grandes maniobras para el próximo cónclave, aceleradas por la desaparición del Papa emérito y las persistentes dudas sobre la salud del actual sucesor de Pedro, cuyo pontificado es ya historia antigua a los ojos de más de un porporato...
Fuentes: La Stampa/Europa Press – FSSPX.Actualités
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