El debate sobre Amoris Laetitia continúa en Lourdes
Para Monseñor Olivier de Germay, obispo de Ajaccio, quien estuvo presente en el Sínodo Romano sobre la Familia, la inclusión de las personas divorciadas y "vueltas a casar" no significa darles acceso a la comunión sacramental.
El prelado habló el 4 de noviembre de 2017, durante la asamblea de la Conferencia Episcopal de Francia, en Lourdes, justo cuando surgió el tema de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.
El sitio web Famille chrétienne publicó un reporte sobre su discurso. Para Monseñor de Germay, lo que vuelve "ambigua" a la exhortación apostólica es el hecho de que no especifica con precisión si el "criterio de discernimiento" para una mejor integración "incluye el acceso a los sacramentos."
El obispo de Ajaccio cree que lo que está en juego es el significado mismo de la Eucaristía: "Si la Misa es solamente una cena, entonces, ¿qué importancia tiene participar en la Eucaristía sin recibir la comunión?" explicó, añadiendo: "Pienso que necesitamos cuestionar nuestra práctica de la comunión sistemática y redescubrir la conexión con el sacramento de la reconciliación."
Negar el acceso a la comunión sacramental a los católicos divorciados y "vueltos a casar" no es un sinónimo de "exclusión" o una negación a "incluirlos", según Monseñor de Germay, "pues la vida cristiana es más que sólo los sacramentos. Estas personas pueden participar verdaderamente en la Eucaristía, no sólo escuchando la Palabra, sino uniéndose al sacrificio de Cristo."
El prelado concluyó: "El aceptar no recibir la comunión es una forma de liberarse de la autojustificación, y de hacer un acto de fidelidad a Cristo y a la Iglesia." En otras palabras, es una forma de reconocer la propia indignidad. Tal y como señaló Samuel Pruvot de Famille chrétienne, el discurso del prelado no pasó desapercibido...
Fuente: Famille Chrétienne/FSSPX.News - 11/13/17)