El desafortunado resfriado del Papa Francisco

Fuente: FSSPX Actualidad

Hace una semana, el 24 de febrero, la Iglesia inició la Cuaresma, el período de 40 días preparatorio a la Semana Santa y la Pascua.

Los medios de comunicación apenas han hablado al respecto, a diferencia del inicio del Ramadán. En el Vaticano, se habla principalmente sobre el estado de salud del Papa. Un severo resfriado le impidió cumplir varios compromisos, particularmente su participación en los ejercicios espirituales programados para llevarse a cabo del 1 al 6 de marzo para toda la curia. El Papa explicó el domingo pasado: "Desafortunadamente, este resfriado me ha obligado a cancelar mi participación este año. Desde aquí seguiré las meditaciones".

Sin embargo, este resfriado no impidió que el Papa publicara un mensaje en video anunciando la celebración de una "Semana Laudato si' ", la cual tendrá lugar del 16 al 24 de mayo, con motivo del quinto aniversario de su encíclica sobre la "ecología integral". El Papa declaró: "Renuevo mi llamado urgente a responder a la crisis ecológica. El clamor de la Tierra y el clamor de los pobres no dan para más. Cuidemos la creación, don de nuestro buen Dios Creador. Celebremos juntos la Semana Laudato si' ".

Un sitio web ofrece ideas para actividades en forma de "guía práctica": "entablar un diálogo con los funcionarios electos en cada región"; "llevar a cabo un diagnóstico energético e implementar un programa para reducir las emisiones de carbono"; "organizar una reunión de oración para pedir por una transición adecuada hacia el uso de energías no contaminantes", etc. La Iglesia se está convirtiendo en un foro climático. ¡Solo falta Greta! 

El comienzo de la Cuaresma nos ofrece una oportunidad para el retiro: apartarnos del mundo y prepararnos para la Semana Santa. Este es el tiempo de la penitencia, el tiempo de la conversión espiritual, y no de la llamada "conversión ecológica", es el tiempo favorable para volvernos hacia Dios y el Cielo.

San Juan Crisóstomo dice: que "si la Iglesia nos invita a hacer penitencia y ayuno no es por la Pascua ni por el misterio de la Cruz, sino por nuestros pecados y porque queremos acercarnos a los Misterios".

"Sitio!", gritó Nuestro Señor Jesucristo desde la Cruz. Son estas palabras las que merecen ser escuchadas, y no "el clamor de la Tierra". ¡Qué desafortunado resfriado que evitó que el Papa asistiera su retiro!