El Estado Islámico recupera fuerza en Siria e Irak

El sitio web The Christian Post ha publicado un informe sobre el resurgimiento del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, con motivo de la retirada de las tropas estadounidenses y la inestabilidad política. Este resurgimiento se ha producido mediante la reactivación de células durmientes, el traslado de combatientes a zonas urbanas y la intensificación de las actividades armadas.
La agencia Reuters informó que más de 20 fuentes —diplomáticos y responsables sirios, iraquíes, estadounidenses y europeos— han expresado su temor de que el Estado Islámico intente resurgir tras su derrota territorial en 2017.
Según Straight Arrow News, el grupo ha trasladado personal de zonas desérticas a centros urbanos, centrándose en infraestructuras vulnerables. Las células durmientes han resurgido, aprovechando la reducción de las patrullas de la coalición en el este de Siria.
Un informe de enero del Critical Threats Project del American Enterprise Institute advertía que el Estado Islámico "ha reconstruido gradualmente sus capacidades desde 2022 en el desierto central sirio y se ha infiltrado progresivamente en las aldeas controladas por el régimen a lo largo del Éufrates".
Ali al-Saidi, asesor de las fuerzas iraquíes, declaró a Reuters que la vigilancia había detectado un recrudecimiento de las actividades del EI en las montañas de Hamrim, y varias fuentes temen que los combatientes transporten explosivos y armas. Las fuerzas de seguridad sirias e iraquíes afirman haber frustrado al menos una docena de complots desde principios de año.
El coronel Abdul Ameer al-Bayati, del ejército iraquí, declaró a Reuters que los elementos del EI se han visto "envalentonados por el caos en Siria". El ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Fuad Hussein, confirmó que Bagdad estaba en contacto con Damasco sobre los movimientos transfronterizos del grupo y advirtió que Siria corría el riesgo de convertirse en una base para nuevos ataques.
Según el SITE Intelligence Group, el número de atentados reivindicados ha disminuido. La directora del SITE, Rita Katz, declaró que este descenso probablemente refleja un cambio de táctica y no una disminución de la capacidad, y que el grupo podría estar "replanteándose su estrategia".
Reuters informa que el grupo ha trasladado combatientes y armas a otras ciudades, en particular Alepo, Homs y Damasco, desde la caída del expresidente sirio Bashar al-Assad el pasado mes de diciembre.
El pasado mes de julio, responsables militares estadounidenses estimaban que había unos 2,500 combatientes del grupo "en libertad en Irak y Siria". Y aumenta la preocupación por la capacidad de los nuevos dirigentes sirios para mantener el control a medida que se retiran las fuerzas estadounidenses.
Ahmed al-Sharaa, el nuevo líder islamista de Siria, se ha comprometido a reforzar los servicios de inteligencia internos. Su gobierno provisional está sometido a presiones tanto de sus aliados occidentales como de facciones radicales.
En mayo, el grupo instó a los combatientes extranjeros en Siria a unirse a sus filas. Los servicios de inteligencia han seguido la pista de un pequeño número de presuntos combatientes extranjeros que han entrado en Siria desde Europa en los últimos meses.
También se han registrado al menos dos intentos de fuga en prisiones y campos de detención que albergan a miembros del grupo y sus familias, según las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos, que siguen vigilando estas instalaciones.
En este momento, ningún responsable cree que el grupo pueda restablecer su control territorial, pero los analistas y los jefes militares coinciden en que una insurrección prolongada sigue siendo una amenaza creíble si no se contiene.
"El EI aún no está en condiciones de conquistar territorios ni de llevar a cabo campañas prolongadas, pero sin duda intentará reunir los recursos necesarios para hacerlo en los próximos meses y años, a menos que se lo impidan", según el Critical Threats Project.
A finales de mayo, el grupo reivindicó sus dos primeros ataques contra el gobierno de transición sirio, afirmando haber matado o herido a siete miembros de lo que calificó de "régimen apóstata sirio".
También se ha expresado preocupación por los sentimientos pro-EI en los campos de detención de Al-Hol y Roj, en el noreste de Siria, que albergan a más de 55,000 detenidos, en su mayoría mujeres y niños vinculados al grupo.
Muchos menores han pasado toda su vida en cautiverio y han mostrado comportamientos violentos, imitando el comportamiento radicalizado de sus padres. Algunos temen que estos lugares se conviertan en viveros para los "próximos cachorros del califato".
Fuentes: Christian Post/InfoCatólica – FSSPX.Actualités
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