El estado de salud del Papa Francisco mejora lentamente

Fuente: FSSPX Actualidad

Desde hace unos días, los boletines de salud sobre el estado de salud del Sumo Pontífice publicados por la Santa Sede son más tranquilizadores y menos frecuentes. Pero sigue habiendo un fondo reserva y de prudencia en la formulación de las noticias.

El lunes 10 de marzo, el boletín diario de la Sala de Prensa de la Santa Sede informó que "el estado de salud del Santo Padre sigue siendo estable". Y añade que "las mejoras registradas en los días anteriores se han consolidado aún más", basándose en los resultados de los análisis de sangre, en los datos clínicos y en la buena respuesta a la terapia.

Por eso, los médicos han decidido eliminar el término "reservado" en cuanto a la prognosis, lo que marca una confianza en el futuro y afirma una buena probabilidad de curación, sin especificar, sin embargo, en qué plazo.

Además, el siguiente párrafo añade inmediatamente que "dada la complejidad del cuadro clínico y la importante infección que presentaba al ingreso, será necesario continuar durante varios días el tratamiento médico en el hospital".

Esta cláusula muestra, por un lado, que los médicos no quieren que su paciente regrese demasiado pronto al Vaticano, tanto por razones médicas como por precaución: es sabido que el Papa Francisco no presta mucha atención a los tratamientos que recibe... o a los que practica por automedicación.

Y, por otro lado, los médicos continúan con la oxigenoterapia de alto flujo por cánula nasal, un tratamiento que podría aplicarse en la Casa Santa Marta, y prefieren asumir ellos mismos la interrupción, ya que puede ser una fase delicada.

Para ello, consideran que su paciente debe permanecer en un centro hospitalario. Además, el boletín del 12 de marzo precisa que el Papa sigue en "ventilación mecánica no invasiva durante el descanso nocturno", un tratamiento difícil de realizar fuera del hospital.

Por lo tanto, aunque el estado del Papa mejore, es posible que el proceso hacia la recuperación sea largo. Y deberá ir seguido de un período de convalecencia y descanso. Los médicos responsables quieren asegurarse de llevar a cabo de la mejor manera posible la delicada misión que se les ha encomendado. ¿Por cuánto tiempo? No es posible saberlo hasta que los médicos no den una fecha.

La prolongada ausencia del Papa Francisco en el Vaticano ralentiza necesariamente el curso de los asuntos que se tratan en él, y alimenta las discusiones y los rumores sobre el futuro y la posibilidad de un posible cónclave, esperado por unos, temido por otros.

En cuanto a los vaticanistas y periodistas, ya han empezado a escribir los artículos que publicarán cuando Francisco fallezca, aunque tengan que completarlos si tienen que esperar otros dos o tres años...