El maná financiero de la UE para la agenda woke

Fuente: FSSPX Actualidad

En 2025, la contribución francesa al presupuesto anual de la Unión Europea (UE) asciende a unos 23,300 millones de euros, frente a los 21,600 millones de 2024. Las sumas se gastan principalmente en infraestructuras, alimentación y salud de los europeos, funcionarios de la UE y también en programas mucho menos consensuados como la agenda woke.

Todos los datos de este artículo, que resume un texto del Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECJL), han sido publicados oficialmente por la Comisión Europea.

Tres causas activistas reciben especialmente apoyo

Promoción del aborto

En 2024, la UE concedió subvenciones a la Red Europea de la IPPF, la rama europea de la Federación Internacional para la Planificación Familiar: 919,000 euros de un presupuesto total de 1.1 millones de euros. Una suma que sigue aumentando, ya que recibió 875,987 € en 2023 y 599,000 € en 2022. En 2024, la IPPF disponía de un presupuesto anual de 125 millones de dólares, y Planned Parenthood, bajo la presidencia de Biden, disponía de un presupuesto cercano a los dos mil millones de dólares.

La UE financia otros proyectos que promueven el aborto. Se donaron 342,000 € al proyecto Abortion, Law and Nature (ALaN). El proyecto Women travelling to seek abortion care in Europe costó 1.4 millones de euros para estudiar el impacto de las restricciones legales y los obstáculos prácticos al aborto en los países europeos y analizar las estrategias de las mujeres para hacerles frente.

Promoción del wokismo trans

La UE también financia proyectos y organizaciones que promueven la ideología transgénero. Por ejemplo, un proyecto titulado "La tinta invisible de las mujeres: la escritura transgénero y la sexuación del valor intelectual en los albores de la modernidad" recibió una financiación de 1.5 millones de euros, con el notable objetivo de analizar "la misoginia textual".

La asociación Transgender Europe, que ejerce presión sobre la Comisión Europea, ha recibido entre 2019 y 2021 una financiación del 80% de su presupuesto, es decir, unos 350,000 euros al año. Es un caso típico de una práctica extendida: una institución pública financia a un actor privado para crear artificialmente un interlocutor "procedente de la sociedad civil" y legitimar así su acción a través de él.

Lucha contra el populismo

El proyecto Ascenso y caída del populismo y del extremismo, financiado con 1.46 millones de euros, analiza las "causas del populismo" mediante el estudio de los currículos de 40 millones de solicitantes de empleo estadounidenses. Así como los archivos del Reino Unido para explicar cómo el castigo corporal ha afectado el nivel educativo, el comportamiento antisocial y el voto a favor del Brexit...

La UE financió un proyecto de 193,000 € titulado El nacionalismo populista en la India occidental "global", 1920-1939, para estudiar los vínculos entre el nacionalismo hindú emergente y el fascismo europeo de los años 1920-30, con el fin de comprender mejor la naturaleza transnacional de la extrema derecha radical.

Otro proyecto por la módica suma de 172,000 €, Las microfundaciones de las macroinstituciones: una investigación empírica sobre la coevolución de la retórica y las organizaciones populistas, tiene como objetivo analizar las bases microeconómicas del populismo mediante el estudio de la evolución del discurso populista y su impacto en las instituciones y organizaciones multinacionales.

Por último, por citar un último ejemplo, se han gastado 257,000 euros en estudiar la evolución del consenso liberal transatlántico entre Europa y Estados Unidos a través de un análisis literario y cultural del populismo y el nacionalismo, Enfoques transatlánticos de la literatura contemporánea en la era de Trump.

Promoción del islam en Europa

La UE también financia la promoción del islam en Europa. Es el caso, por ejemplo, del proyecto woke e islámico: "Espacios de refugio queer musulmanes: entre la justicia y la injusticia en el sistema de refugio heteronormativo y homonormativo alemán", por 1950,000 €, que se centra en "el estudio del refugio queer en Europa" en relación con "las personas de origen musulmán".

Otro proyecto de 345,000 € tenía como objetivo diseñar herramientas teatrales para la prevención de la islamofobia. La UE también gastó 271,000 € en un proyecto para estudiar "cómo el islam proporciona un nuevo marco de normas éticas y prácticas religiosas a una serie de europeos que no están satisfechos con el papel social que desempeñan las iglesias cristianas".

Según la Comisión Europea, la financiación de estos proyectos produciría "una amplia gama de resultados". Hay motivos para dudarlo. El principal resultado y objetivo de la financiación de estos proyectos es el aumento del gasto en servicios que seguramente no obtendrían la mayoría de los votos si se consultara a los ciudadanos europeos.

En un momento en el que la deuda francesa nunca ha sido tan elevada y la inflación aumenta, es hora de preguntarse si a los contribuyentes europeos les interesa financiar esta investigación, concluye el ECJL. La conclusión puede aplicarse a otros países europeos.