El obispo de París vilipendia la comunión en la lengua
Mgr Michel Aupetit
El 17 de noviembre de 2020, Monseñor Michel Aupetit proporcionó el informe de la reunión llevada a cabo el día anterior entre el gobierno francés y los representantes de las religiones, en Radio-Notre-Dame. En esta ocasión, atacó de forma virulenta la recepción de la Comunión en la lengua.
La reunión tuvo lugar el lunes 16 de noviembre, de conformidad con la decisión tomada por el Consejo de Estado el 7 del mismo mes, entre el Primer Ministro y el Ministerio del Interior, por un lado, y los representantes de las religiones, por el otro. Los católicos estuvieron representados por Monseñor Eric de Moulins-Beaufort.
El comunicado de prensa publicado ese mismo día por la Conferencia Episcopal de Francia (CEF), señaló que la reanudación del culto no puede tener lugar antes del 1 de diciembre, y que se implementarán estrictos protocolos sanitarios para esta reanudación.
Luego de mencionar estos factores, el obispo de París añadió: "Aprovecho para decir que todas las personas que quieren hacer su propia voluntad... son las que nos han afectado. (...) El día de la reunión del Consejo de Estado, el Ministerio del Interior presentó algunos videos que mostraban varias parroquias, (...) recibiendo la Comunión en la lengua, eh... porque así es necesario comulgar según la Misa de todos los tiempos".
A este respecto, precisó: "Vemos que la gente no conoce bien la historia, porque fue en el siglo VI cuando se empezó a recibir la Comunión en la lengua". Y señaló que el Consejo de Estado dijo: "Como no son capaces de controlar sus tropas, ahora tendremos que intensificar las medidas".
Un descarte sesgado
Hay que decirlo sin rodeos: los obispos de Francia no se han portado a la altura. Dado que durante el primer confinamiento adoptaron una actitud pasiva, quisieron ponerse al día durante el segundo. Pero no tuvieron éxito, y su reunión con el gobierno no rindió casi ningún fruto.
Esto no es de extrañar, ya que los obispos, en lugar de mostrarse como pastores y defensores vigilantes de los derechos de la Iglesia, han querido, desde hace algunos lustros, jugar el juego del secularismo. Desde entonces, han cosechado lo que sembraron. Pero a Monseñor Aupetit no se le ocurre otra cosa mejor que culpar por este fracaso a quienes distribuyen la Comunión en la lengua.
Cabe hacer una aclaración. En un artículo de Le Figaro publicado el 16 de noviembre, titulado "Con la Iglesia, una nueva orientación, sin concesiones", el periodista Guillaume Tabard reportó esta información: los famosos videos solo eran dos, y fueron tomados después del desconfinamiento. Sin comentarios...
Una caricatura del arqueologismo
El término arqueologismo se refiere al error donde todo lo primitivo en la liturgia -en el sentido de primero/original- es mejor y debe ser retomado si ha desaparecido. Este error fue enérgicamente condenado por el Papa Pío XII, especialmente en su encíclica Mediator Dei (1947).
El Papa Pío XII condena "la temeraria osadía de quienes intencionadamente, (...) hacen renacer ritos ya desusados, en desacuerdo con las leyes y rúbricas vigentes". Es así que Pío XII cita el uso de "la lengua vulgar" en la celebración de la Misa.
El Papa añade que también "deben ser juzgados los conatos de algunos, enderezados a resucitar ciertos antiguos ritos y ceremonias". La razón de esto es que estos ritos extintos no pueden, sólo por su antigüedad, ser considerados más adecuados y mejores. Además, los ritos más recientes "son dignos de estima y respeto porque han surgido bajo el influjo del Espíritu Santo, que está con la Iglesia siempre, hasta la consumación de los siglos". Esta es la condena del arqueologismo que causaría gran controversia en el Concilio y después de él.
La Comunión en la mano es un ejemplo de arqueologismo. Desde los primeros años, digamos desdel siglo VI, fue reemplazada por la Comunión en la lengua. Esta última se impuso por muchas razones y suplantó por completo a la Comunión en la mano. Querer recuperar esta última no es otra cosa que puro arqueologismo, condenado por Pío XII. Esto muestra en qué plano se encuentran los obispos. Hablan como historiadores, cuando es una cuestión de liturgia.
Además, recordemos que ni el Concilio Vaticano II ni el Novus Ordo Missae de Pablo VI preveían que la Comunión se recibiera de pie y en la mano. Al ser consultados por una carta del Consilium para la Aplicación de la Constitución sobre la Liturgia del 29 de octubre de 1968, casi dos tercios de los obispos latinos de todo el mundo se opusieron a la introducción de esta forma de recibir la Comunión.
Fue por insistencia de los obispos franceses, que finalmente se dio la autorización, el 6 de mayo de 1969, en el caso de Francia, y posteriormente para los demás países que la solicitaron. Sin embargo, no reemplazó la Comunión en la lengua.
Es por esto que la instrucción Redemptionis Sacramentum del 25 de marzo de 2004, especifica en el No. 91 que "no es lícito negar la Sagrada Comunión a un fiel, por la simple razón, por ejemplo, de que desea recibir la Eucaristía de pie o de rodillas". En el No. 92 se especifica que "todos los fieles tienen siempre derecho a recibir, según su elección, la Sagrada Comunión en la boca".
Esto plantea la cuestión: ¿quién honra el espíritu y la liturgia de la Iglesia: los sacerdotes que respetan los derechos de los fieles, o los obispos franceses que quieren quitárselos?
Monseñor Aupetit debe haber olvidado sus años como médico
Aunque este sea un argumento secundario, conviene recordar que muchos médicos de varios países de Europa han objetado que la Comunión en la lengua sea más peligrosa en tiempos de Covid. Desde el mes de mayo, en Italia, el profesor Filippo Maria Boscia, presidente de la Asociación de Médicos Católicos afirmó: "como médico, estoy convencido de que la Comunión en la mano es menos higiénica y por tanto menos segura que la Comunión en la lengua".
En junio, un grupo de 21 médicos austriacos envió una carta a los obispos de su país en la que expresaron su asombro: "desde un punto de vista higiénico, no podemos entender por qué la Comunión en la lengua está prohibida en Austria". El 17 de septiembre, fue el turno de 27 médicos alemanes de escribir una carta similar a la Conferencia Episcopal de Alemania, alegando que no había ninguna razón médica para prohibir la Comunión en la lengua.
Finalmente, el 7 de octubre, 65 médicos y profesores polacos publicaron una carta abierta en un diario, en la que afirmaban que la forma de recibir la Comunión de pie y en la mano es más propicia para el contagio que recibirla de rodillas y en la lengua.
Los obispos franceses saben utilizar su autoridad para imponerla a los fieles: así fue como declararon una vez prohibida la Misa de San Pío V, despreciando la ley, y persiguieron a los reacios. Es así como quieren imponer la Comunión en la mano a todos los fieles, en contra de su más legítimo derecho.
Pero ante la autoridad civil y política, se han mostrado incapaces de defender los derechos de la Santa Iglesia, así como el derecho natural. Si hay un declive en la influencia de la Iglesia en la sociedad, es debido a su pusilanimidad y su pérdida del sentido apostólico. Analizar las causas de esta actitud nos llevaría nuevamente a considerar la crisis provocada por el Concilio Vaticano II.
Habiendo perdido gradualmente su verdadera identidad católica, los obispos perdieron también su representatividad ante el gobierno. Que no se atrevan a decir ahora que es "culpa de los tradicionalistas".
Fuente: Radio Notre-Dame - FSSPX.Actualités
Imagen: © Olivier LPB / Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)