¿El Papa es más popular en Twitter que en la Plaza de San Pedro?

Fuente: FSSPX Actualidad

Según las cifras publicadas por Radio Vaticano el 15 de julio del 2017, el Papa Francisco, cuya cuenta @Pontifex existe en nueve idiomas distintos, tiene más de 35 millones de seguidores en Twitter. La cuenta fue abierta por Benedicto XVI en diciembre del 2012, y tiene más seguidores que la cuenta del presidente Donald Trump (33 millones), la del Dalai Lama y la de cualquier otro líder político o religioso.

En la lista de las 100 cuentas de Twitter con más seguidores, la del Papa Francisco es la número 28. El grupo más grande de seguidores del papa argentino está formado por hispanoparlantes, con 13 millones de seguidores. Desde el inicio de su pontificado en marzo del 2013, el papa ha enviado alrededor de 1,250 Tweets. En Instagram, el Santo Padre tiene más de cuatro millones de seguidores en su cuenta @Franciscus.

Paradójicamente, la noticia de su creciente popularidad en línea coincide con la constante caída en el número de fieles que asisten a las audiencias de la Plaza de San Pedro, anunciada en un artículo escrito por Valentina Conti, el 2 de julio del 2017: "Si se observan las cifras proporcionadas por la Prefectura de la Casa Pontificia, desde el 2015 una lenta pero constante hemorragia ha adquirido proporciones preocupantes en poco menos de dos años." En 2013, el primer año del pontificado del Papa Francisco, 1,548,500 fieles estuvieron presentes en un total de 30 audiencias; en el 2014, 1,199,000 fieles asistieron a 43 audiencias presididas por el papa, para el 2016, el total apenas se acercaba a los 400,000. Si se observa detalladamente, las audiencias papales fueron seguidas por un promedio de 51,617 personas en el 2013, 27,883 fieles en el 2014 y 14,818 en el 2015. La tendencia parece apuntar hacia una mayor disminución en el futuro...

Hace un año, el periodista Antonio Socci escribió el artículo titulado Cifras Desastrosas Muestran la Disminución en el Número de Fieles que Asisten a las Audiencias de Bergoglio. De hecho, el Vaticano se encuentra cada vez más preocupado porque desde los últimos dos años, la gente ha estado, literalmente, huyendo de Bergoglio, y se habla de "cifras terribles." Su colega, Sandro Magister, de L'espresso, también habló sobre información desastrosa en la disminución del número de fieles en las audiencias de Bergoglio. (Por regla general, los vaticanistas romanos se refieren a los papas por sus apellidos: Papa Roncalli, por ejemplo, para referirse a Juan XXIII. - Nota del Editor).

En el diario Corriere della Sera, del 4 de julio, Massimo Franco señaló, no sin un toque de ironía: "Desde hace un par de meses, se ha observado una leve pero importante novedad en el restaurante del Domus Sanctae Marthae, la residencia papal dentro del Vaticano. La mesa de Francisco ya no se encuentra al centro de la habitación, donde solía estar. Ahora se encuentra en la esquina, y Bergoglio come en compañía de un pequeño grupo de invitados selectos, dando la espalda al resto de la habitación."

Varios observadores romanos han intentado explicar el aislamiento del Papa Francisco. El 13 de julio, el vaticanista Sandro Magister hizo mención del comentario hecho por el progresista Pierfrancesco Stagi, profesor de filosofía en la Universidad de Turín, sobre el último libro de su amigo Gian Enrico Rusconi, progresista también, quien es profesor emérito de ciencias políticas en la Universidad de Turín, y autor de La teologia narativa di papa Francesco, publicado este año por Laterza Editions, en donde evoca "una narrativa que siembra dubia."

"Francisco ya no enseña del mismo modo que lo hacía el profesor Ratzinger, sino que relata, narra un episodio y hace comentarios sobre él. Se trata de una 'teología narrativa', según la definición de Rusconi: 'Bergoglio quiere revitalizar, a través de la teología narrativa, los eventos bíblicos y evangélicos, presentándolos como si fueran acontecimientos cotidianos del presente.' Sin embargo, este tipo de hermenéutica, basada en discursos poéticos y alusivos y en discrepancias semánticas constantes, según las cuales es raro que un mismo término defina un punto de referencia preciso y estable, (Somos nosotros quienes hacemos hincapié en este punto. - N. Ed.) crea un gran número de dubia, mismas que no pueden pasar desapercibidas, no sólo para los cardenales, tan obstinados como fervientes, sino también para los filósofos seculares, como Rusconi (y otros), porque amenazan con socavar el proyecto de reforma de Bergoglio en sus cimientos. Existe el riesgo de que deje el campo abierto a improvisadores de la palabra, quienes podrían sembrar más dubia, en vez de aclarar las ya existentes."

Es así como este magisterio, descrito por otros, además del profesor Rusconi, como "flotante" o incluso "líquido", es la supuesta causa detrás de la falta de visibilidad doctrinal y la pérdida de interés por el Papa Francisco, incluso de parte de los progresistas que aprueban su reformismo.

A fortiori, este criticismo se vuelve más severo viniendo de conservadores como el filósofo y político Marcello Pera, ex presidente del Senado italiano, quien no dudó en declarar que el papa está jugando a la política mientras hay un cisma dentro de la Iglesia. Sus declaraciones hechas en Il Mattino, en Nápoles, fueron reportadas por Niccolo Magnani en el sitio web ilussidiario.net el 10 de julio: "El Papa Francisco hace más que sólo jugar a la política, pero en una entrevista realizada con Il Mattino, Pera dice que 'existe un cisma secreto dentro del mundo de la Iglesia, que está siendo perseguido por Bergoglio con obstinación y determinación.' Según las declaraciones del ex presidente del senado, quien es seguidor cercano de la teología y magisterio de Benedicto XVI y Juan Pablo II, el 'nuevo curso' que Francisco está tomando de manera absoluta, no lo convence; y ofrece una fuerte comparación: 'Finalmente, el Concilio Vaticano II ha explotado junto con todo su radicalismo revolucionario'. Según Marcello Pera, las ideas que están ocasionando el suicidio de la Iglesia y que dieron origen al magisterio de Bergoglio pueden encontrarse en el Concilio convocado por Juan XXIII. 'Este aggiornamento del cristianismo secularizó a la Iglesia y lanzó un cambio demasiado profundo, aun cuando, como era probable que provocara un cisma, se mantuvo bajo control durante los años siguientes.'" Esta opinión no está lejos de aquella hecha por Monseñor Lefebvre en Yo Acuso al Concilio, en 1976.

A pesar de los intentos por explicar el constante aislamiento del papa, tanto entre conservadores como progresistas, la batalla continúa, y en el Vaticano tratan de tranquilizarse diciendo, como reporta el artículo de Il Tempo mencionado arriba: "El efecto Bergoglio en la 'revolución' de la Iglesia puede verse fácilmente. Se puede hacer una comparación entre la popularidad del Papa, que no disminuye con el paso del tiempo, con sus caminatas por entre las multitudes en la Ciudad Eterna y durante sus viajes, y la bienvenida digna de una estrella de pop que lo recibe a donde va."

Para llegar al fondo del asunto, tal vez debamos tomar como ejemplo a Alemania; un país donde los obispos apoyan fervientemente las reformas del Papa Francisco. Un artículo publicado en el sitio web riposte-catholique.fr, el 26 de julio, titulado "Alemania: Catolicismo en descenso" ofrece una imagen alarmante: "Aunque la influencia de los cardenales y obispos alemanes aumenta en el Vaticano desde la elección del Papa Francisco, en Alemania el peso del catolicismo está en descenso. Todos los indicadores están mostrando señales de alarma, según las estadísticas transmitidas el 21 de julio por la conferencia episcopal del país.

"En el 2016, 162,083 católicos abandonaron la Iglesia (un poco menos que los 181,925 del 2015). Actualmente, hay 23,582,000 católicos, lo cual representa el 28.5% de la población. En 1996, había 27,533,000 (casi 4 millones menos en 20 años).

"En el 2016, se cerraron 537 parroquias. En veinte años, han desaparecido 3,000. El número de parroquias actualmente es de 10,280. Alemania tenía 10,280 sacerdotes en 2016 (en 2015 había 13,329: ¡3,000 menos!). El índice de participación en las misas dominicales ha disminuido del 10.4% en 2015 al 10.2% en 2016.

"En 1996, se registraron 259,313 bautizos, y en 2016 disminuyeron a 172,531 (aunque hubo un ligero aumento relativo en el número de bautizos en 2015 y 2016, si se compara con años precedentes).

En veinte años, el número de Primeras Comuniones ha disminuido de 291,317 en 1996, a 176,297 en 2016. Lo mismo sucede con los funerales: 243,323 en 2016, comparados con 286,772 en 1996." La conclusión: "El Rhin fluye en el Tiber, pero el gran río alemán se está secando..."