El Papa Francisco revela que ya ha firmado su renuncia

La primera pregunta y su respuesta son interesantes. El periodista pregunta al Papa: "Usted se dirige a menudo a los que están lejos de la Iglesia. ¿No le preocupa que los más cercanos a la Iglesia se sientan excluidos?"

La respuesta del Papa es bastante inusual: "Si son buenos, no se sentirán abandonados. Si tienen algo semioculto, que ni siquiera ellos saben, entonces son como el hijo mayor de la parábola del hijo pródigo: "Te he servido durante tantos años, y ahora te ocupas de él, y te has olvidado de mí". Es un pecado feo, de ambición oculta. Es un poco como vivir y pertenecer a la Iglesia como lugar de promoción".

El Papa parece considerar que debe cuidar más a los que están lejos de la Iglesia que al rebaño que Cristo le ha confiado para que los conduzca a la vida eterna. Pero sin duda piensa que este rebaño debe cuidar también y, sobre todo, a los que están fuera de la Iglesia. Esto es olvidar la miseria doctrinal en la que hoy vegetan muchos católicos. Antes de pensar en evangelizar, hay que evangelizarse uno mismo: "nadie puede dar lo que no tiene".

Hacia el final de la entrevista, el periodista le pregunta a Francisco: "¿Qué consejo le daría a sus sucesores?" La respuesta: "Les diría que no cometieran los errores que yo cometí". El reportero continúa: "¿Ha habido muchos errores?" Y Francisco responde: "Sí, los ha habido, sí".

La pregunta final: "¿Qué sucede si un pontífice queda repentinamente incapacitado por problemas de salud o por un accidente? ¿No sería apropiada una regla para tales casos?"

Fue entonces que Francisco confesó: "Ya he firmado mi dimisión, cuando Tarcisio Bertone era secretario de Estado. La firmé y le dije: 'En caso de impedimento por razones médicas o de otro tipo, aquí está mi renuncia'. No sé a quién se la dio el cardenal Bertone, pero yo se la entregué cuando él era secretario de Estado".

Ante el asombro del periodista: "Nunca había dicho eso antes". -Es la primera vez que lo digo, respondió el Papa. -Entonces, ¿desea que esto se sepa? -Por eso lo estoy diciendo".

A pesar de ello, cada vez que surgía el tema, el Papa no insinuaba que pensaba dimitir, excepto, precisamente, si su salud le impedía cumplir con su función papal.