El Papa Francisco sobre la teoría de género: "¡No a la manipulación!"

El jueves 5 de octubre del 2017, el Papa Francisco dio un discurso en la Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia para la Vida, sobre los distintos desafíos a los que se enfrentan quienes defienden la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte. FSSPX.Actualidad presenta los principales puntos de su discurso.
El tema de la Academia para dicha asamblea fue "Acompañando a la Vida: Nuevas responsabilidades en la era tecnológica". El Santo Padre intentó, durante su discurso en el Aula del Sínodo, responder "a las formidables cuestiones" planteadas por el desarrollo y el "poder de las biotecnologías."
Una imprudente alianza entre la economía y la tecnología
Francisco comenzó apuntando un dedo acusador a lo que él llama "una cultura obsesivamente enfocada en la soberanía del hombre". Para el Papa, según reportó la agencia I.Media, esta cultura tiene graves consecuencias en los vínculos de la vida, debido a una "imprudente... alianza entre la economía y la tecnología, que trata a la vida como una fuente que debe ser explotada, o desechada, por poder o por ganancia."
Sin llamarla por su nombre, el sucesor de Pedro procedió a atacar la teoría de género, etiquetándola como "la reciente hipótesis de reabrir el camino para la dignidad de la persona neutralizando radicalmente la diferencia sexual y, por lo tanto, la comprensión entre hombre y mujer."
El Papa continuó hablando del "acompañamiento y cuidado de la vida a través de todo individuo y a lo largo de toda su vida social." Necesitamos redescubrir "la sensibilidad de las distintas etapas de la vida", algo que no puede hacerse en el estilo de vida actual, en el cual "las ciudades son cada vez más hostiles hacia los niños" y las comunidades "son cada vez menos hospitalarias con los ancianos, construyendo muros sin puertas ni ventanas."
¿Qué dice Humanae Vitae?
Lo que Francisco no mencionó en su discurso - y es algo que le hubiera dado a sus palabras un peso mucho mayor - es lo que Paulo VI escribió en su encíclica Humanae Vitae en 1968, cuando insistió en el hecho de que "toda cuestión referente a la vida humana, hay que considerarla, por encima de las perspectivas parciales de orden biológico o psicológico, demográfico o sociológico, a la luz de una visión integral del hombre y de su vocación, no sólo natural y terrena sino también sobrenatural y eterna."
En efecto, debido a que el hombre y la mujer fueron creados para adorar, amar y servir a Dios y, posteriormente, disfrutar la felicidad eterna con Él en el cielo, la vida humana debe protegerse celosamente desde el primer instante de su concepción hasta el momento de la muerte.
A pesar de esta importante omisión, Tugdual Derville, delegado general de Alliance Vita y miembro de la Academia para la Vida, señaló, luego del discurso papal, la "coherencia pastoral" de Francisco, en la que "todo está conectado, el embrión pero también el anciano." Según él, esta perspectiva pastoral es necesaria para poder promover la doctrina en debates tales como el de la reproducción asistida.
En Francia, este debate se está reabriendo, tal y como lo prometió el presidente Emmanuel Macron en su campaña electoral. Marlène Schiappa, secretaria de estado a cargo de la igualdad de género, anunció el 12 de septiembre en Monte-Carlo Radio que la disponibilidad de la reproducción asistida para todas las mujeres - incluso las solteras o quienes están en una relación con otra mujer - se preverá en la nueva ley de bioética del 2018.
Fuentes: cath.ch / Vatican Radio / News.va / FSSPX.News – 10/13/2017