El Papa pide a los obispos alemanes decidir sobre el tema de la "intercomunión"

Fuente: FSSPX Actualidad

El Papa Francisco se niega a usar su autoridad para resolver la cuestión del acceso a la comunión sacramental para los protestantes casados con un católico. Por tanto, pidió a los obispos de Alemania acordar entre ellos la mejor decisión sobre este tema.

El 3 de mayo de 2018, los principales protagonistas de la disputa por el acceso a la comunión sacramental para los protestantes cadados con un católico - los cardenales Reinhard Marx y Rainer Maria Woelki - se reunieron en el palacio del Santo Oficio con Monseñor Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Al término de la reunión, la oficina de prensa de la Santa Sede publicó un comunicado en italiano y alemán, en donde se puede leer que "el Papa Francisco aprecia el compromiso ecuménico de los obispos alemanes y les pide que encuentren, en un espíritu de comunión eclesial, un resultado unánime." Esto equivale a negarse a resolver esta cuestión disciplinaria concerniente a la doctrina.

En febrero de 2018, las tres cuartas partes de la jerarquía alemana votaron a favor de una carta pastoral que proponía el acceso a la comunión para los protestantes casados con un católico. Sin embargo, siete obispos, entre ellos el cardenal Rainer Woelki, arzobispo de Colonia, solicitaron la intervención del Santo Padre. De ahí la reunión del 3 de mayo en el palacio del Santo Oficio.

El problema de la intercomunión y la negativa del Soberano Pontífice enfatizan, además de la cuestión doctrinal, el tema de la "descentralización" tan deseada en la Iglesia, y el de la autoridad de las conferencias episcopales. En efecto, desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco se ha comprometido a delegar tanto poder como sea posible a las Iglesias locales, corriendo el riesgo de una dilución y debilitamiento de la autoridad suprema en la Iglesia en beneficio de una cierta forma de sinodalidad.

Las reglas actualmente en vigor fueron establecidas por el Papa Juan Pablo II en el Motu proprio del 21 de mayo de 1998 Apostolos Suos. Dichas normativas prevén que las declaraciones doctrinales de las conferencias episcopales deben ser aprobadas unánimemente para poder tener autoridad magisterial. Si este no es el caso, entonces es necesario un reconocimiento por parte de la Santa Sede. La negativa de ésta última a manifestarse sobre el tema de la intercomunión es claramente una señal de su incomodidad, pero también muestra el deseo de obtener un consenso, pues este reconocimiento de la Santa Sede (recognitio) sirve también como una garantía de que la respuesta doctrinal preparará una eventual intervención del Magisterio universal (n°22). ¿Esto significa que si se logra un acuerdo de forma unánime, la decisión de la Conferencia alemana podría allanar el camino para una decisión universal por parte de Roma?

Por su parte, hace poco más de un año, el 18 de abril de 2017, el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, advirtió: "Sin una fe en común, la Iglesia está amenazada por la confusión, y gradualmente puede caer en la dispersión y el cisma."

Éste es precisamente el problema de la actual crisis en la Iglesia, que mantiene un estado de cisma latente; se trata de una falta de fe, que afecta la liturgia, la enseñanza doctrinal y el gobierno mismo de la Iglesia.

Un cardenal considera incomprensible la respuesta de Roma

El cardenal arzobispo de Utrecht, Willem Eijk, declaró que la dilatoria respuesta del Papa Francisco sobre la controversia del acceso a la comunión para los protestantes casados con un católico le parece "completamente incomprensible". 

Luego de la reunión del 3 de mayo de 2018 en el Palacio del Santo Oficio, el Santo Padre envió a casa a los obispos alemanes diciéndoles solamente "encuentren un consenso tan unánime como sea posible" sobre la intercomunión.

El cardenal Eijk eligio al diario National Catholic Register para expresar su reacción a la respuesta papal el 7 de mayo de 2018, declarando que la postura del episcopado alemán es "contraria a lo que el Código de Derecho Canónico y el catecismo de la Iglesia Católica dicen al respecto."

"El Santo Padre debería haber dado directivas claras al episcopado alemán, basadas en la doctrina y práctica de la Iglesia," explicó el Cardenal Eijk, añadiendo que "no es aceptable sugerir que una (luterana casada con un católico) puede recibir la comunión con el pretexto de que ella está bautizada y siguiendo lo que le dicta su conciencia."

"Al no establecer directivas claras, se origina gran confusión entre los fieles y la unidad de la Iglesia se pone en peligro," advirtió el arzobispo de Utrecht, quien concluyó su carta hablando del "misterio de la iniquidad" que perdurará en la Iglesia católica hasta el fin de los tiempos.