El Papa reduce aún más la remuneración de los cardenales de la Curia

Según el sitio web Swissinfo.ch, a partir de noviembre “el Vaticano suspenderá el pago de primas de secretariado por asignaciones clericales que los cardenales recibían como parte de su salario mensual”. Caballero “también dijo a los cardenales que se tomarán 'otras medidas' y que requerirán 'la contribución de todos'", cita el mismo medio.

Esta supresión representa “unos cientos de euros”, según la carta del prefecto de la Secretaría de Economía. Hay que recordar que en 2021, en un contexto marcado por la crisis de la pandemia mundial, el Papa "ya había reducido alrededor de un 10% la remuneración de los cardenales, así como la de otros empleados de la Curia", recuerda el sitio web cath.ch.

Esta carta concreta el anuncio que Francisco hizo el 20 de septiembre pasado, donde escribió a los cardenales para pedirles que le ayudaran en su lucha por restablecer el equilibrio financiero de la Santa Sede. En esa ocasión les recordó que había recibido un “mandato” del Colegio Cardenalicio sobre esta cuestión en 2013, para lograr un déficit cero.

La nueva medida se produce después de “la adoptada el 13 de febrero, cuando el Papa Francisco decidió eliminar las tarifas de alojamiento gratuitas y preferenciales que se concedían a los cardenales y funcionarios de la Curia Romana en el Vaticano”, recuerda además el sitio cath.ch.

Un déficit crónico

El déficit operativo ascendió a 83 millones de euros en el balance de 2023, cinco millones más que el año anterior. Y las previsiones no son nada alentadoras: el déficit podría aumentar aún más en los próximos años, debido a la disminución de las donaciones de los fieles, también según los resultados de 2023, como señala La Repubblica.

El sitio Swissinfo recuerda que, además de “los bienes inmuebles y los museos vaticanos, los únicos ingresos de la Santa Sede son las donaciones: las que envían cada año a Roma las Iglesias más ricas (Estados Unidos, Italia, Alemania, España y Corea del Sur) y las que ofrecen al Papa los fieles de todo el mundo a través del conocido Óbolo de San Pedro”.

En 2023, los ingresos del Óbolo de San Pedro ascendieron a 48.4 millones de euros (43.5 en 2022), pero los gastos de la Curia ascienden a 90 millones de euros. Esta diferencia de alrededor de 50 millones está ligada “a la nómina de los 5,000 empleados del Estado del Vaticano, pero también a la disminución de las donaciones de los fieles en los últimos años”, señala cath.ch.

La carta del Papa de septiembre recordaba que "los recursos financieros al servicio de la Iglesia son limitados y deben gestionarse con rigor y seriedad para que no se desperdicien los esfuerzos de quienes han contribuido al patrimonio de la Santa Sede". Asimismo, pedía "un mayor esfuerzo de todos" para alcanzar realmente el "déficit cero".

Según la carta del Sr. Caballero, "otras medidas, que están siendo estudiadas por los órganos competentes, requerirán la contribución de todos, tanto en términos de compromiso como de disposición para renunciar a las formas de trabajo establecidas en la práctica a lo largo de los años", informa I. MEDIA, citado por cath.ch.

¿Significa esto que los empleados del Vaticano deben preocuparse por su futuro? Es muy posible. La reforma de 2021 ya había congelado temporalmente la antigüedad de todos los empleados del Vaticano, pero los laicos no se habían visto afectados por una reducción de salario, mientras que los clérigos y religiosos habían tenido una reducción del 3 %.

En el Vaticano, Maximino Caballero “es visto como el gran artífice de una política de austeridad que muchos de los 5,000 empleados están experimentando más severamente debido a la falta de un verdadero diálogo social”, comenta cath.ch.