El Papa se opone a abolir el celibato sacerdotal, pero no a ordenar hombres casados

Fuente: FSSPX Actualidad

En su vuelo de regreso al Vaticano, el 27 de enero de 2019, el Santo Padre declaró que él personalmente se opone al celibato opcional para el clero, pero declaró que ordenar hombres casados sigue siendo una posibilidad en zonas que carecen de sacerdotes.

La conferencia de prensa ofrecida durante el vuelo de regreso de sus viajes apostólicos se ha convertido en un ritual que los periodistas aprovecharon una vez más después del final de la JMJ en Panamá.

Cuando se le preguntó sobre la situación hipotética de un joven al que le gustaría ingresar al seminario pero vacila debido al celibato sacerdotal, Francisco confirmó que "no está de acuerdo con permitir el celibato opcional".

"Yo no lo haría. Y esto está muy claro. ¿Soy de mente estrecha? Tal vez. No quiero encontrarme ante Dios con esta decisión”, agregó el pontífice soberano, dejando en claro que su decisión es firme.

Sin embargo, el Papa declaró que la cuestión de ordenar hombres casados "debería ser abierta donde existe un problema pastoral debido a la falta de sacerdotes".

Estos comentarios ocasionaron un gran revuelo: algunos los consideran idóneos, otros contradictorios. ¿Cómo se debe interpretar este aparente "sí, pero no"?

Interpretaciones políticas

Una posible hipótesis es colocar estos comentarios en el contexto de un Papa que está tratando de lidiar con las diversas conferencias episcopales, cuya aprobación hacia su persona no es unánime; si hemos de creer a Sandro Magister, los únicos episcopados con los que Francisco puede realmente contar son los de Alemania, Austria y Bélgica, es decir, las naciones en las que la Iglesia está experimentando el declive más dramático.

Esta es quizás la explicación de la alusión del Papa, durante esta conferencia de prensa el 27 de enero, a la posición del Padre Fritz Lobinger, amigo íntimo del cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania, y coautor de uno de sus libros. El Padre Lobinger aboga por la ordenación de hombres casados ​​únicamente para la celebración de la misa y la administración de los sacramentos en los "desiertos" sacerdotales.

¿Es esto una forma de complacer a un episcopado cuya influencia financiera sigue siendo muy importante en la Iglesia y cuyo apoyo debe conservarse?

Este apoyo no proviene de las florecientes Iglesias de África que se han unido en contra de las innovaciones deseadas por el Papa en los dos sínodos polémicos sobre la familia.

Y en América, tanto en el norte como en el sur, el clima episcopal es sumamente desfavorable para el papa, ya sea sobre el tema de la moral matrimonial, el abuso de menores, o el apoyo político, más o menos abierto, de Francisco hacia figuras controvertidas en sus respectivos países, Evo Morales en Bolivia, por ejemplo, o Nicolás Maduro en Venezuela.

En este contexto, su oposición personal al celibato sacerdotal opcional puede entenderse como una forma de evitar que la ya existente fractura siga aumentando entre el Papa y los episcopados más conservadores en temas de disciplina y moralidad.

Desde un punto de vista sobrenatural

En cualquier caso, es importante tener en cuenta la naturaleza sobrenatural de la Iglesia fundada por Cristo sobre Pedro y sus sucesores en el pontificado soberano. Este es el curso que el Superior General de la Fraternidad está decidido a seguir, como recordó en una entrevista dada el 28 de diciembre de 2018:

Es paradójico, pero sólo la Fraternidad puede ayudar a la Iglesia, recordando a los papas y a los obispos que Nuestro Señor bendito fundó una Iglesia monárquica y no una asamblea moderna caótica. Llegará el día en que se escuchará este mensaje. Pero, por el momento, es nuestro deber mantener este profundo sentido de la Iglesia y su jerarquía, a pesar del campo de batalla y las ruinas que se encuentran ante nuestros ojos.