El párroco de Gaza habla sobre el alto al fuego

Fuente: FSSPX Actualidad

Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia en Gaza

El Padre Gabriel Romanelli, párroco de la parroquia católica latina dedicada a la Sagrada Familia, describe la emotiva gratitud con que se vivió entre los suyos y en toda la atormentada Franja de Gaza el anuncio del acuerdo entre Israel y Hamás, recibido como "un soplo de aire fresco y esperanza".

"La noticia del alto al fuego fue motivo de celebración. Ahora todos esperamos al domingo, cuando puede empezar la tregua. Aunque aquí en Gaza somos conscientes de que el camino por recorrer será difícil".

Al mismo tiempo, el misionero argentino perteneciente al Instituto del Verbo Encarnado confirmó a Fides que "todavía entre ayer y hoy, ha habido decenas de muertos y cientos de heridos. Sigue habiendo muerte, destrucción y angustia", que continúan infiltrándose y devastando la vida cotidiana.

El acuerdo anunciado por Qatar y Estados Unidos prevé una primera fase de seis semanas durante la cual se liberará a 33 rehenes israelíes retenidos en Gaza, a cambio de cientos de palestinos detenidos en cárceles israelíes. Esta primera fase debería permitir establecer una vía hacia la paz definitiva.

La firma definitiva del acuerdo por Israel depende aún de las decisiones que se tomen en las reuniones del gabinete de seguridad y del gobierno. Algunos ministros han abandonado la mayoría que apoya al gobierno porque rechazan el "alto al fuego" en Gaza.

La parroquia latina sigue siendo un oasis y un refugio de vida llena de fe, en medio de la persistente miseria colectiva de la población de Gaza: "Todos los días", dice el Padre Romanelli, "pasamos tres o cuatro horas en la iglesia rezando, laudes, rosarios, vísperas y misa. Hay un grupo bíblico que lee la carta del apóstol Santiago, y continúan los encuentros con jóvenes y adultos.

"Y con la ayuda de toda la Iglesia, en particular del Patriarcado Latino de Jerusalén y de la Orden de Malta, podemos ayudar a miles de civiles. Familias que no tienen comida". Si comienza la tregua, añade el Padre Gabriel, "podremos empezar a pensar en la posguerra. Con la ayuda de Dios, intentaremos seguir haciendo todo el bien que podamos".