El Patriarcado siro-católico de Antioquía (2)
Ignacio José III Younan, patriarca de los siro-católicos
El primer artículo habló sobre el significado del nombre “siríaco” y el cuidado que se debe tener en delimitar todo lo que abarca. Asimismo, describió la historia de la Iglesia siria o siro-católica, constituida por el retorno a la unidad romana de los herejes o cismáticos, especialmente a partir del siglo XVII. Ahora hablaremos sobre la liturgia que caracteriza a esta parte de la Iglesia católica.
La liturgia siria (o siríaca) proviene de Jerusalén; se relaciona con Santiago el Menor, el apóstol que fue el primer obispo de Jerusalén. El idioma litúrgico es el siríaco, estrechamente relacionado con el arameo, el idioma mismo de Cristo. Pero, en general, las lecturas y oraciones en voz alta se recitan o cantan en el idioma del pueblo (árabe, turco o kurdo).
Los vasos sagrados utilizados durante la misa son los mismos que se utilizan en el rito latino, a los que hay que sumar dos coberturas metálicas para la patena y el cáliz, un asterisco (soporte metálico que tiene dos aspas curvas y cruzadas, que forman cuatro pies) y una cuchara para la comunión del sacerdote.
Sin embargo, los ornamentos sacerdotales son diferentes:
- La sotana tiene mangas muy holgadas.
- El sacerdote viste casulla durante toda la misa.
- El amito tiene la parte superior confeccionada con la misma tela que el ornamento. Entonces, cuando se pliega el amito al final, la parte superior sobresale por encima de la casulla.
- El sacerdote lleva dos manípulos en forma de mangas en los antebrazos.
- La estola se lleva alrededor del cuello, pero está hecha de una sola parte, en lugar de dos.
La hostia es un pan fermentado de medio centímetro de espesor marcado con trece cruces, en memoria de Nuestro Señor y sus doce apóstoles durante la Santa Cena.
Las hostias destinadas a los fieles son sumergidas en la preciosa Sangre durante la misa o durante la distribución; por tanto, la comunión se da bajo las dos Especies.
Estos son algunos ritos particulares de la misa:
- Hay dos ofertorios que tienen lugar al inicio de la misa.
Durante el primer ofertorio, llamado "oblación de Melquisedec", el sacerdote, vestido solo con la sotana, ofrece la hostia colocada en sus manos ante el altar, diciendo entre otras cosas: "Como oveja, fue conducido al matadero; y, como cordero mudo ante el trasquilador, no abrió la boca".
Para proceder al segundo ofertorio, llamado "holocausto de Aarón", el sacerdote primero recita una larga oración preparatoria y luego se pone los ornamentos de la misa. Entonces, regresando al altar, toma con la mano derecha la patena y con la izquierda el cáliz; y cruzando los antebrazos, recita la segunda oración del ofertorio, mientras conmemora a Cristo, a la Santísima Virgen y a los santos, sin olvidar a los difuntos.
- Terminados los ofertorios y las lecturas, la misa de los fieles comienza con una solemne oración introductoria y continúa con la bendición de las cadenas del incensario. Esta es la glorificación más demostrativa de la Trinidad soberana. Así es como se hace:
- Después de la consagración, el sacerdote se lleva a los labios las manos que acaba de colocar sobre las Santas Ofrendas y ora por la jerarquía de la Iglesia y por todas las necesidades de la humanidad.
- Invocando al Espíritu Santo (epiclesis) para que repose sobre las Sagradas Especies, el sacerdote mueve ligeramente los dedos y las manos sobre la patena y el cáliz, para imitar el vuelo de la paloma y simbolizar el descenso del Espíritu Santo.
- El incensario, que tiene cuatro cadenas, se lleva a la derecha del altar.
- El sacerdote, acercándose, toma una cadena y la bendice diciendo: “Dios Padre es santo. Amén."
- La une a las otros dos, que simbolizan las dos naturalezas de Cristo, y las bendice diciendo: “Dios Hijo es santo. Amén."
- Finalmente uniendo la última cadena a las demás, dirige la misma alabanza al Espíritu Santo.
Fuente: La Porte Latine – FSSPX.Actualités
Imagen: HazteOir.org, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons