El sufrimiento y las enfermedades mentales causadas por la procreación medicamente asistida

Fuente: FSSPX Actualidad

La práctica de la procreación médicamente asistida (PMA) con un tercer donante no está exenta de consecuencias psicológicas para el niño por nacer: esto es lo que acaba de publicar el estudio de una revista científica reconocida por su seriedad en el mundo de la investigación anglosajona.

El estudio fue publicado el 27 de junio de 2024 en el British Journal of Obstetrics and Gynecology (BJOG), una revista científica británica de referencia internacional en los campos de la obstetricia y la ginecología.

Un grupo de científicos del Royal College of Obstetrics and Gynecology se propusieron evaluar la salud psicológica de los niños nacidos mediante reproducción medicamente asistida con un tercer donante. Para ello, sintetizaron datos de una cincuentena de encuestas realizadas en países de habla inglesa, sobre 4,666 niños concebidos por este medio.

Cabe señalar, como indica el BJOG, que "desde 1991, más de 70,000 niños han llegado al mundo mediante reproducción asistida con donación de esperma u ovocitos en el Reino Unido": una cifra cada vez mayor ya que solo para el año 2019 nacieron de este modo 4,100 bebés en las Islas Británicas. En comparación, en Francia, el seguro médico registró 870 niños nacidos de terceros donantes en 2021.

De las 50 encuestas, el BJOG extrajo 19 estudios comparativos entre niños nacidos dentro o fuera de la PMA: 14 de ellos no presentaron diferencias en muchos puntos, pero en 6 se observó la aparición de patologías: “trastornos del espectro autista, hiperactividad y déficit de atención, abuso de sustancias, enfermedades mentales, conductas disruptivas y problemas de identidad”.

Además, todos los estudios revelan que los sujetos nacidos por PMA comparten preocupaciones relacionadas con la formación de la identidad y la herencia genética del donante de gametos. “Es posible que ciertos procesos psicológicos que tienen lugar en sujetos nacidos bajo la PMA con un tercer donante expliquen las diferencias observadas”, resumen los científicos británicos.

La síntesis del BJOG destaca el impacto del posible conocimiento por parte del sujeto de la forma en que fue concebido: si no sabe que vino al mundo mediante una PMA, no se observa ningún daño psicológico; por el contrario, cuanto más tardía es esta revelación, más graves parecen ser las consecuencias para su salud mental. Pero hoy en día, según las leyes estatales, es muy difícil, a menudo incluso imposible, ocultar estos datos a los involucrados.

Una manera de demostrar que esta práctica es antinatural y no está exenta de consecuencias, como –en otra medida– cualquier modo de concepción de un niño que se aleje de las leyes que el Creador ha inscrito en la naturaleza para la propagación del género humano. Por eso la Iglesia católica se opone a cualquier técnica artificial de procreación médicamente asistida que se desvíe de la unión natural.

Y se podría afirmar que cuanto más el científico se deja embriagar por el poder que le proporciona el progreso técnico, menos puede controlar el alcance de sus acciones y, al final, la criatura humana corre el riesgo de convertirse en el juguete de sus inventos.

Como escribió Hannah Arendt en La Condición Humana: "Si resultase que el conocimiento (en el sentido de saber hacer) y el pensamiento se separaran para siempre, entonces seríamos juguetes y esclavos, no tanto de nuestras máquinas, sino de nuestro conocimiento práctico, criaturas sin cerebro a merced de todos los dispositivos técnicamente posibles, por mortíferos que sean".