El Vaticano despliega la alfombra roja para Nancy Pelosi
Cuando una política católica, que se ha convertido en un ícono de la defensa del derecho al aborto en Estados Unidos, es recibida con bombo y platillos por el Papa, el hecho adquiere una dimensión más que simbólica.
En compañía de un Papa Francisco muy sonriente, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, fue fotografiada con su esposo en la biblioteca del Palacio Apostólico, el 9 de octubre de 2021.
La demócrata, madre de cinco hijos, se encontraba de visita en Roma con motivo del G20, donde pronunciaría el discurso de apertura. La audiencia papal también le brindó la oportunidad de conocer a los dos principales responsables de la diplomacia vaticana: el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado, y su colaborador, monseñor Richard Paul Gallagher.
"El liderazgo de Su Santidad es una fuente de alegría y esperanza para los católicos y para todos los pueblos, desafiándonos a cada uno de nosotros a ser buenos administradores de la creación de Dios, a tomar medidas sobre el medio ambiente, a aceptar al refugiado, al inmigrante y al pobre, y reconocer la dignidad y la divinidad en cada uno", aseguró Nancy Pelosi.
Este hecho corre el riesgo de dificultar la tarea de los obispos estadounidenses que se encuentran analizando la conveniencia de las normas que permiten negar la comunión eucarística a los políticos y políticas que promueven una cultura de la muerte condenada una y otra vez por el magisterio en el pasado, y más recientemente por Francisco.
Sin duda, esta discusión se complicará todavía más para los conservadores en Estados Unidos, debido a esta audiencia concedida a una de las colaboradoras más cercanas de Joe Biden.
La solicitud del pastor de almas
Desde hace varios meses, el arzobispo de San Francisco, monseñor Salvadore Cordileone, no se anda con rodeos respecto a la presidenta de la Cámara de Representantes, pidiendo una campaña de ayuno y oración para lograr su conversión. Una actitud de lo más pastoral: defender la fe y la moral, y pedir a Dios la salvación de un alma en peligro.
"Nadie puede pretender ser un católico devoto y tolerar el asesinato de vidas humanas inocentes, y mucho menos pedirle al gobierno que pague por ello", declaró el prelado estadounidense. Una actitud que el Vaticano, y el mismo Papa, parecen querer evitar.
Cuando Nancy Pelosi fue recibida en audiencia por el Papa Benedicto XVI en 2009, este último "aprovechó la oportunidad para discutir los requisitos de la ley moral natural y la enseñanza coherente de la Iglesia, con respecto a la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural", según el comentario oficial de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Su sucesor debería haberse inspirado en la actitud pastoral y misericordiosa del obispo de San Francisco y del Papa Benedicto XVI, para la salvación del alma de esta católica recibida en el Vaticano y para la edificación de todos los fieles.
Fuentes: Catholic News Agency/The Pillar – FSSPX.Actualités
Imagen: MediaPunch Inc / Alamy Banque D'Images