Estados Unidos: Creyentes opinan que no es necesario creer en Dios para ser moral

Eso es lo que piensa el 49% de los católicos en Estados Unidos, según una amplia encuesta realizada por el Pew Research Center en junio y julio de 2017, a 5,000 adultos nacidos en dicho país.
Según parece indicar esta encuesta, "Dios ya no es una condición para tener buenos valores y moral", como señala Greg Smith, director asociado del Pew Research Center. Lo más sorprendente de esta encuesta es que cada vez aumenta más el número de creyentes convencidos de que la fe en Dios no marca ninguna diferencia sobre la moral y los valores humanos.
La información proporcionada sobre la evolución de la mentalidad católica ayuda un poco a comprender esta paradoja: en el 2011, el 47% de los católicos estadounidenses afirmaban que no era necesario creer en Dios para ser morales, y hoy la cifra ha aumentado a 49%.
Vale la pena destacar el hecho de que esta actitud relativista es más común entre los católicos blancos adinerados - el 57% - mientras que sólo el 38% de los católicos hispanos, cuya clase económica es más baja, comparte esta opinión. El contraste es todavía más sorprendente entre los protestantes blancos y negros.
Estos resultados son interesantes si se les compara con un estudio publicado en febrero de 2012 realizado por el diario Proceedings of the National Academy of Sciences, en el que los investigadores estadounidenses y canadienses demostraron la existencia de una relación inversamente proporcional entre la clase social de un individuo y su conducta moral. Parece ser que mientras más dinero tiene una persona, menos moral es.
Es muy preocupante constatar cuán profundamente ha afectado al cristianismo este liberalismo práctico en los países más ricos durante las últimas décadas. Nuestro Señor así lo advirtió a sus primeros discípulos: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre al reino de los cielos" (Mt. 19-24).
Todo parece indicar que los católicos ya no creen en el poder de la gracia ni de los sacramentos para renovar y santificar al hombre interior. Ni en la adquisición de virtudes. Este cristianismo color de rosa es también el resultado de la falta de fe y la ausencia de un modo de vida cristiano. Cristo nos lo advirtió: "Porque os digo que, si vuestra justicia no supera a la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos" (Mt. 5-20).
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Fuentes: Pew Research Center/cath.ch/Le Monde/FSSPX.News – 11/9/2017