En Estados Unidos, la ciencia y la fe van de la mano

Fuente: FSSPX Actualidad

Universidad de Harvard

En Estados Unidos, varios científicos católicos de renombre internacional han unido esfuerzos para defender la armonía entre la fe y la razón, y así luchar contra un ateísmo cada vez mayor. Una hermosa iniciativa que aporta esperanza en una sociedad cada vez más secularizada.

La reputación de Harvard está bien establecida: como la institución de educación superior más antigua de Estados Unidos -su fundación data de 1636- Harvard forma parte de la Ivy League, que reúne a las ocho universidades más grandes de Estados Unidos. 

En la Clasificación de Shanghái, aparece en primer lugar y, en comparación, la primera universidad francesa, Paris-Saclay, solo ocupa la decimocuarta posición.

En este contexto, el último discurso de Karin Öberg, profesora de astronomía y directora de estudios de grado de Harvard, no ha pasado desapercibido en el ámbito científico.

Junto a otros científicos no menos prestigiosos, la investigadora participó el 13 de enero de 2023 en la inauguración de la Wonder Conference, una iniciativa lanzada por Word on Fire, una organización que reúne cada año a varios medios católicos de Estados Unidos con un fin apologético y misionero.

Pasando ella misma del ateísmo al catolicismo, Karin Öberg recuerda que la fe en Dios, lejos de ser un obstáculo para la investigación científica, es útil para el proceso científico debido al "fundamento sólido" que proporciona la creencia en un Creador.

"Creo que deberíamos convencernos de que tener una filosofía sólida y una religión verdadera puede facilitar el proceso que lleva a nuevos descubrimientos científicos, y no al contrario", afirmó, ilustrando así el papel de "dirección negativa", según la frase de Maritain, -es decir de salvaguardia- que la fe juega en relación con la ciencia.

Refiriéndose a los descubrimientos del Padre Georges Lemaître –el lejano padre de la teoría del Big Bang– Karin Öberg añade: "no se puede imaginar que su invento no tuviera nada que ver con el catolicismo del que estaba imbuido; ya sabía, por la fe, que el universo tuvo un principio. (…) Esta es quizás la razón por la cual muchos científicos ateos fueron muy reservados en su recepción de esta primera versión de la teoría del Big Bang".

Según la profesora de Harvard, las maravillas que vemos en el universo "deberían sacarnos de nosotros mismos" y llevarnos a considerar "no solo las maravillas en sí mismas y las verdades científicas que encierran, sino también al Creador, fin último de todas las cosas".

La Wonder Conference, que se lleva a cabo desde hace varios años, nació de la observación hecha por un gran número de católicos sobre el crecimiento del ateísmo en Estados Unidos: "una supuesta incompatibilidad percibida entre la fe y la ciencia ha llevado a un aumento en el número de personas que no tienen afiliación religiosa. Esta percepción va en contra de la experiencia de la tradición católica, que transmite la hermosa armonía entre la fe y la ciencia", afirma el sitio web de los organizadores.