Estados Unidos: se eliminan el 83% de los programas de la USAID

El 10 de marzo de 2025, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio declaró que la administración Trump había concluido su revisión de seis semanas de los programas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), eliminando el 83% de ellos.
La Agencia USAID, creada por una ley del Congreso estadounidense en 1961, gestiona un presupuesto anual de 42,800 millones de dólares, lo que representa por sí solo el 42% de la ayuda humanitaria que se destina en todo el mundo. En su mensaje en las redes sociales, Marco Rubio precisó que se habían suprimido 5,200 de los 6,200 programas de dicha agencia.
En efecto, "han gastado decenas de miles de millones de dólares de una manera que no ha servido (y en algunos casos incluso ha perjudicado) a los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos", escribió. Y añadió que, en concertación con el Congreso, "tenemos la intención de garantizar que el 18% de los programas que conservamos (alrededor de 1,000) sean gestionados de forma más eficaz por el Departamento de Estado".
La congelación de la ayuda estadounidense proporcionada por la USAID en todo el mundo ha causado conmoción y consternación entre las organizaciones benéficas. La Agencia financia a distintas ONGs, incluidas organizaciones confesionales como Cáritas o Catholic Relief Services (CRS), el organismo de acción humanitaria de la Iglesia católica en Estados Unidos, que además es socio clave de Cáritas Internationalis.
¿Qué es la USAID?
Gregor Puppinck, director del Centro Europeo para la Ley y la Justicia (ECLJ), concedió una entrevista documentada sobre la realidad de la USAID. Esta agencia estadounidense cuenta actualmente con un presupuesto de 50,000 millones de dólares al año y fue fundada para servir de palanca de influencia en todo el mundo mediante la financiación de proyectos humanitarios.
Esta ayuda filantrópica garantiza la continuidad de la política exterior estadounidense en defensa de los intereses de Estados Unidos; en realidad, la ayuda nunca es gratuita. La USAID sirve para aplicar esta política bajo la apariencia de ayuda al desarrollo. La agencia actúa a través de asociaciones y ONGs a las que proporciona financiación.
Por tanto, son ONGs privadas las que intervienen in situ, con financiación de la USAID, siguiendo las instrucciones del gobierno estadounidense. Si bien algunas intervenciones son realmente caritativas, muchas otras están relacionadas con el control demográfico o la difusión del espíritu progresista a través de ideologías destructivas.
Bajo la administración de Joe Biden, los programas continuaban promoviendo el feminismo, la cultura "woke" y las cuestiones LGBT. Sin embargo, ni Donald Trump ni Elon Musk apoyan el "wokismo".
¿Tomará Europa el relevo?
Con el cese o la drástica reducción del apoyo financiero de la USAID, las fundaciones privadas estadounidenses continuarán con su financiación, como la Open Society de Soros, las fundaciones de Ford, Bill Gates y Warren Buffet. Y es probable que Europa tome el relevo de una parte de la financiación neoliberal.
Sin embargo, el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Department of Government Efficiency) de Elon Musk tiene un objetivo legítimo, según el ECLJ: garantizar que cada dólar pagado por los contribuyentes estadounidenses sea utilizado correctamente por el Estado. Una entidad similar de control del presupuesto de Francia y de la Unión Europea también podría permitir un ahorro significativo, sugiere el ECLJ.
Y precisa que la contribución francesa al presupuesto anual de la Unión Europea (UE), de aproximadamente 23,300 millones de euros, además de la seguridad, las infraestructuras, la alimentación y la salud de los europeos, financia programas para la agenda "woke".
Nos limitaremos aquí a citar un solo ejemplo mencionado por el ECLJ, el de la promoción del aborto. En 2024, la IPPF European Network, rama europea de la Federación Internacional para la Planificación Familiar, recibió 919,000 euros de un presupuesto total de 1.1 millones de euros.
En 2024, la IPPF disponía de un presupuesto anual de 125 millones de dólares, mientras que la federación estadounidense de Planned Parenthood disponía, bajo la presidencia de Biden, de un presupuesto cercano a los dos mil millones de dólares.
Fuentes: AP/cath.ch/ECLJ/DICI n°454 – FSSPX.Actualités