Estados Unidos: un cristianismo etéreo

Fuente: FSSPX Actualidad

Una encuesta reciente muestra el lugar que los estadounidenses le dan a la religión cristiana en el espacio público. Aunque el cristianismo sigue siendo popular debido a los valores humanistas que se le atribuyen en dicho país, la doctrina y la moral cristianas inspiran cada vez menos leyes, dentro de una sociedad mayoritariamente secularizada.

En los últimos meses, la Corte Suprema de Estados Unidos ha producido una serie de sentencias que parecen marcar un retorno religioso en la cima del aparato estatal: financiación pública de escuelas confesionales privadas, oraciones públicas después de los partidos de fútbol y, sobre todo, la derogación de Roe v. Wade que permite a los estados criminalizar el aborto.

Todas estas contundentes decisiones, posibles gracias a los nombramientos realizados por Donald Trump, han creado polémica entre quienes acusan al máximo tribunal de Estados Unidos de apoyarse demasiado en la doctrina cristiana.

Este hecho brindó la oportunidad al instituto de encuestas Pew Research Center (PRC) de realizar una encuesta a gran escala, llevada a cabo del 13 al 18 de septiembre de 2022 en un panel representativo de más de 10,500 ciudadanos estadounidenses, para evaluar el lugar que se supone que debe ocupar la religión, según ellos, en el espacio público.

Más de cuatro de cada diez estadounidenses piensan que Estados Unidos debería ser una "nación cristiana", pero casi siete de cada diez quieren que las denominaciones religiosas se mantengan alejadas de los principales problemas políticos y sociales.

Pero no hay que engañarse: la mayoría de los que consideran a su país como una "nación cristiana" reducen esta noción simplemente a creer en Dios y estar vagamente inspirados en principios cristianos para su conducta personal, sin que ello implique que las leyes consagren explícitamente la doctrina cristiana.

Se puede ver aquí la confirmación de la creciente eliminación de "iglesias" institucionales a favor de una religiosidad más individual, imbuida de una moralidad heredada de un cristianismo ahora vago y etéreo.

Otro dato interesante: cuando se les preguntó su opinión sobre la religión, el 49% tiene una visión positiva y el 26% negativa. Cifras que han evolucionado en contra de la religión en comparación con la misma pregunta planteada en la primavera de 2019 por el PRC: en ese momento, el 52% de los encuestados expresó una opinión positiva y el 23% negativa, lo que pone de relieve la erosión de la confianza en las "iglesias" institucionales.

Cuando se les preguntó sobre la posición de los dos principales partidos políticos en relación con la religión, una mayoría muy clara de los encuestados cree que el Partido Republicano está más cerca de la religión cristiana que el Partido Demócrata: en efecto, actualmente un hecho evidente.

Por el contrario, el 44 % de los católicos estadounidenses cree que la administración Biden es más bien neutral hacia la religión, mientras que solo el 29 % la considera hostil.

Sin embargo, el clarísimo compromiso de la Casa Blanca a favor del aborto y la ideología de género debería haber hecho reflexionar dos veces a más de un católico en Estados Unidos: otro signo de un cierto debilitamiento de la fe, compañero de la secularización.

Quién sabe si el Mayflower y sus pasajeros puritanos encontrarían en 2022 un lugar para anclar en Estados Unidos...