Europa: obispos repudiados pero felices
Países cuyos obispos pertenecen a la COMECE
Respecto a las elecciones europeas, como escribe Fabrice Madouas en La France catholique el 10 de junio – basándose en las cifras facilitadas la víspera por Brice Teinturier, director adjunto de Ipsos –, los partidos llamados “euroescépticos” reunieron, en promedio, 8.7 % de los votos emitidos en 2004. Luego, 11.8% en 2009; 15.7% en 2014; 18% en 2019 y alrededor de 24% este año. Casi uno de cada cuatro votantes.
Lo que sorprende a Stefano Fontana en La Nuova Bussola Quotidiana del 12 de junio es la reacción de los obispos europeos después de las últimas elecciones: habían invitado a los votantes – a sus diocesanos – a continuar el desafío europeo y a contrarrestar las tentaciones populistas y nacionalistas. Y a pesar de los resultados que demuestran que no fueron seguidos, estos prelados se declaran satisfechos.
El académico italiano señala: "Los obispos participaron, pues, en la campaña electoral eligiendo un bando. ¿Ganaron o perdieron? El resultado de la votación dice que perdieron. El tren Europa no se detuvo y ni siquiera regresó a la estación de salida , pero al menos se ha ralentizado; si continúa, no será como antes, las transferencias de soberanía a la Unión disminuirán, los pasajeros de los trenes han mostrado un profundo descontento [...]"
"Nadie espera que los obispos hagan las paces y declaren la derrota. Pero es bastante extraño que digan que han ganado".
Inmediatamente después de las elecciones, la secretaría de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) emitió un comunicado: "Los primeros resultados muestran que en el Parlamento Europeo sigue habiendo una mayoría pro-Europa. La mayoría de los electores expresaron su apoyo por el proyecto europeo y un gran deseo de más Europa".
“Esta es una buena noticia y uno de los puntos clave destacados por la COMECE en los meses previos a las elecciones." Sin embargo, el comunicado deplora "el considerable aumento de partidos nacionalistas y euroescépticos, especialmente en los países fundadores de la Unión Europea", lo que "manifiesta un gran descontento con la política de la UE".
Stefano Fontana resume las palabras de los obispos europeos en estos términos: "En resumen, todo ha ido bien, teníamos razón, sigamos adelante", y se pregunta por la causa de esta ceguera episcopal: "La movilización electoral de la Iglesia católica está motivada por el odio a dos enemigos: el populismo y la simplificación, que según los obispos son un peligro mortal para la democracia.
“El populismo sería el deseo de deshacerse de las instituciones y de la mediación, y la simplificación sería la transformación de cuestiones complejas en problemas de fácil solución. Ambos serían signos de infantilismo político, el mismo que empujó a una parte cada vez mayor de Europa a votar en contra de la Unión.
"Pero si lo pensamos bien, abrir fronteras indiscriminadamente, olvidar que Europa se extiende hasta los Urales, creer en las fábulas de la transición verde, despojar a Europa de energía para 'salvar el planeta'... ¿No son estas formas de populismo y simplificación inmadura?"
Fuentes: France catholique/Nuova Bussola Quotidiana/DICI n°446 – FSSPX.Actualités