Fallece el Padre Robert Morlino, valiente defensor de la Misa Tradicional

Si, como Monseñor Lefebvre afirmaba con tanta vehemencia, el alma de la Iglesia católica son sus sacerdotes, entonces Monseñor Morlino fue un pastor de la Iglesia que puede ser admirado por todos los católicos. Cuando recibió la mitra como obispo de Madison, sólo había 5 seminaristas en el seminario local; no en el primer año, sino 5 seminaristas en todo el seminario. Hoy, más de 30 seminaristas se encuentran recibiendo formación sacerdotal, y 25 fueron ordenados durante los quince años de supervisión de Su Excelencia - todo esto durante el peor escándalo de abuso que ha sacudido a la Santa Madre Iglesia en toda su historia, y mientras las vocaciones caen en picada en todos los seminarios diocesanos.

Como decimos en la oración común, no pedimos al Señor que nos conceda sacerdotes, o muchos sacerdotes, sino que rogamos nos conceda "muchos sacerdotes santos". Sobra decir que la calidad es preferible, en todos los aspectos, a la cantidad de los ungidos. Monseñor Morlino formó a algunos de los sacerdotes más tradicionalistas de todos los seminarios diocesanos del mundo. Si bien sus seminaristas aprendían la Novus Ordo Missae - aunque se les recomendaba fuertemente celebrar ad orientem - también se les enseñaba la Misa Tradicional en latín, una verdadera rareza en los planes de estudio de los seminarios de hoy.

El mismo Monseñor Morlino celebraba la Misa según el "rito extraordinario" y manifestaba públicamente su preferencia celebrando regularmente una Misa pontificia solemne, rodeado y asistido por sus sacerdotes locales y seminaristas.

Aunque es cierto que no ordenaba la celebración de la Misa en latín en su diócesis, sí alentaba a sus sacerdotes a hacerlo, con la esperanza, tal vez, de que rindiera a su tiempo los debidos frutos - un enfoque mucho menos firme de lo que muchos católicos tradicionalistas desean.

Sí, es verdad que su plan era pasivo, pero Monseñor Morlino no era pasivo en lo absoluto al defender la verdad - incluida la Fraternidad San Pío X.

En el 2002, Su Excelencia apareció en la cadena de televisión estadounidense EWTN, luego de una carta, supuestamente escrita por él, atacara a la FSSPX. Valientemente, Monseñor Morlino "recogió las plumas que volaban en el viento", ofreciendo una disculpa pública por dicha carta, asumiendo la responsabilidad por su mensaje y explicando, al mismo tiempo, que las palabras allí escritas no eran suyas, y que, de hecho, las había eliminado desde el primer borrador de la carta.

La FSSPX no suele publicar este tipo de obituarios, pero en este caso ha hecho una excepción. La Iglesia jerárquica necesita más obispos como Monseñor Morlino, listos para trazar una línea contra la tormenta de confusiones e innovaciones que continúa asolando a la Iglesia, listos para refutar las falsedades perpetuadas en su nombre y para actuar como los líderes que debería haber en la Iglesia. Es gracias a hombres como estos que se puede lograr un progreso incremental dentro de la Iglesia y, en consecuencia, realizar la restauración de la Iglesia católica.

¡Que Dios lo tenga en su gloria!