Fiducia supplicans: dos críticas episcopales

En dicho texto, el prelado denuncia el documento romano que autoriza la bendición de los matrimonios irregulares y de las parejas del mismo sexo, viendo en esta bendición no litúrgica “un intento de hacer las paces con una sociedad secularizada”.

Monseñor Mutsaerts escribe: “Dios ama a todos. Él ama a todos los pecadores, pero odia tus pecados. Espera fervientemente que vuelvas a Él, tal como esperaba el regreso del hijo pródigo. Lo único que quiere es darte su amor”.

Y por eso el prelado acusa a Fiducia supplicans de no abordar "la dimensión moral de la relación (homosexual)", con el pretexto de estar más "en sintonía con el espíritu de los tiempos" que no reconoce que "la misericordia existe porque el pecado existe.”

El obispo holandés aclara: "¿Todos son bienvenidos? Ciertamente. Pero no incondicionalmente. Dios tiene requisitos. Toda la Biblia podría resumirse como un llamado al arrepentimiento y una promesa de perdón. No se puede separar uno del otro. Todos son bienvenidos, pero no todos aceptan la invitación".

En el sitio web de Renaissance catholique, el 27 de junio, el obispo auxiliar de Astana (Kazajistán), Monseñor Athanasius Schneider, publicó un largo estudio sobre “las consecuencias de Fiducia supplicans para la doctrina y la vida de la Iglesia católica”. En él afirma: “La ‘bendición’ de las parejas del mismo sexo contradice la misión de la Iglesia de llamar al arrepentimiento.

“Una de las principales misiones de la Iglesia es llamar a los pecadores al arrepentimiento: “Predicad en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados en todas las naciones” (Lc 24, 47). Y el primer anuncio de Nuestro Señor Jesucristo es: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt 4, 17).

"La Iglesia fue fundada y continúa existiendo, creciendo y prosperando mediante el arrepentimiento de los pecadores, que les permite recibir la gracia santificante de Dios. Es inútil que una persona se convierta al catolicismo sin arrepentirse y llevar una nueva vida virtuosa y casta en Cristo".

El prelado denuncia el abuso de la palabra “discriminación”: “Fiducia supplicans es esgrimida como un arma contra los fieles católicos – el clero y los laicos – porque afirma que estas “bendiciones” son una iniciativa pastoral de amor y cuidado hacia aquellos que son atraídos por personas del mismo sexo, que sufren discriminación dentro de la Iglesia.

“Pero quienes dicen esto confunden las palabras. El término “discriminación” se utiliza actualmente para denotar comportamientos injustos o poco caritativos hacia los demás y, en este sentido, todos los católicos coinciden en que la caridad, en el sentido propio del término, debe manifestarse hacia todos. Pero también debemos distinguir y diferenciar el bien del mal.

"Esto es ciertamente algo que no solo hacen las criaturas racionales, sino que lo hace Dios mismo, ya que distingue o discrimina entre las acciones malas y buenas, condenando las primeras y bendiciendo las segundas. Quienes acusan a la Iglesia de 'discriminar' a los homosexuales también condenan cualquier distinción entre el bien y el mal".

Para concluir, Monseñor Schneider recuerda: “El profeta Isaías declara: “¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que hacen de las tinieblas luz y de la luz tinieblas… porque han desechado la ley de Yahveh de los ejércitos” (Is 5, 20, 24). Esta condena se refiere en particular a los pastores de la Iglesia que desvían al pueblo.

"Fiducia supplicans no es ni auténticamente pastoral ni auténticamente magisterial, porque socava la inmutable verdad divina y la enseñanza constante del Magisterio de la Iglesia sobre el mal intrínseco de los actos sexuales fuera de un matrimonio válido, especialmente los actos sexuales homosexuales".