Finlandia: prohíben la misa tradicional en una catedral

Fue el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos el que se pronunció al considerar que la catedral, "modelo de toda la Iglesia local" y por tanto "signo de unidad", no podía ser un lugar apropiado para la celebración del rito tradicional.

Este tipo de consideración muestra en qué abismo se ha hundido el espíritu litúrgico que habita las murallas leoninas: ¡un rito de la misa que santificó las almas y fue celebrado solemnemente en todas las catedrales de rito latino durante tantos siglos, hoy es inadecuado!

Como escribe acertadamente Zenit, el rito tradicional, cuya reaparición en el espacio litúrgico post-Vaticano II fue autorizada por el motu proprio Summorum Pontificum “había encontrado su lugar en la majestuosa catedral de San Enrique, una iglesia neogótica profundamente arraigada en la historia católica de Finlandia”.

Según Wikipedia, la catedral fue construida entre 1858 y 1860 en estilo neogótico: está dedicada a San Enrique de Uppsala, obispo que llegó a Suecia desde Inglaterra durante el siglo XII y murió en Finlandia. Zenit añade que “la catedral sirvió por primera vez a los católicos del ejército imperial ruso en un país predominantemente luterano”.

Misas autorizadas temporalmente

Zenit recuerda que el Dicasterio para el Culto Divino autorizó a 57 parroquias de todo el mundo a celebrar la misa tradicional en 2020, pero la afirmación es incompleta. Estas 57 autorizaciones suponen la provisión temporal de una iglesia parroquial para celebrar la misa tradicional en una diócesis, a falta de otro lugar disponible.

Es necesario el placet del Dicasterio para la Liturgia - el obispo no puede actuar solo - y debe ser retirado tan pronto como se encuentre otra solución... Esta misa no debe figurar en ninguno de los documentos parroquiales, no debe darse a conocer a los feligreses novus ordo, y ni siquiera debe verse, para que no atraiga: si esto no es una reserva, se parece mucho.

Esta expulsión de la misa tradicional de la Catedral de Helsinki es, por tanto, lógica según el Dicasterio para la Liturgia: habiendo cambiado la situación y habiendo descubierto una iglesia periférica que relega la misa tradicional, como se relega a un paciente contagioso, esta debe ceder el lugar.

Zenit añade además que en Finlandia “un país con una población católica de menos de 20,000 fieles, esta decisión tiene un impacto significativo, dado que la misa tridentina es una expresión litúrgica única en este contexto”.

En cualquier caso, no hace falta un texto adicional desde Roma, como el anunciado por los rumores, para prohibir la misa tradicional en las parroquias y tratar de hacerla desaparecer por inanición. 

Recordemos el primer carácter de la herejía antilitúrgica según Dom Prosper Guéranger: "El primer carácter de la herejía antilitúrgica es el odio a la Tradición en las fórmulas del culto divino". Que el cardenal Arthur Roche y el Dicasterio que dirige mediten sobre esta reflexión del gran restaurador de la liturgia en el siglo XIX.