Francia: el 10% del patrimonio religioso destruido o abandonado en los próximos cinco años

En La Nuova Bussola Quotidiana del 24 de febrero de 2025, Lorenza Formicola publicó un artículo con un título escalofriante: "Francia descristianizada: desaparece una iglesia cada dos semanas". La periodista retoma un informe de los servicios de inteligencia franceses, revelado por Europe 1 el 3 de febrero. Entre actos de vandalismo, incendios, atentados y profanaciones, las iglesias son objeto de constantes ataques.
Así, "en 2024 se registraron cerca de 50 intentos de ataques e incendios deliberados contra lugares de culto católicos, frente a los 38 de 2023, lo que supone un aumento de más del 30%".
En Poitiers, tres iglesias vandalizadas en seis meses
La periodista italiana escribe: "Lo más sorprendente del informe de los servicios de inteligencia es la velocidad supersónica a la que se propaga la cristianofobia más allá de los Alpes. La estrategia es siempre la misma, la táctica evoluciona. O tal vez simplemente se vuelve cada vez más 'imaginativa'.
"Por un lado, se queman iglesias; por otro, se producen profanaciones y robos. El incendio de la iglesia de la Inmaculada Concepción en Saint-Omer, en Pas-de-Calais, con su aguja y todo lo demás, envuelta en llamas al igual que Notre-Dame de París, es solo uno de los ejemplos más recientes y espectaculares, donde no hay culpables.
"La iglesia de Saint-Hilaire-le-Grand de Poitiers, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y donde se registraron dos incendios en octubre, destruyendo todas sus estatuas, es la quinta víctima de actos de vandalismo en dos años solo en Poitiers. Tres en los últimos seis meses: la iglesia de Saint-Porchaire, donde la antigua estatua del Sagrado Corazón de Jesús fue destrozada en mil pedazos; la iglesia de Sainte-Thérèse, que hoy en día no tiene ninguna estatua intacta y cuyas bancas fueron incendiadas; y en Saint-Jean-de-Montierneuf, donde fue robado el tabernáculo".
Y añade: "Desde Nueva Aquitania hasta Île-de-France, pasando por Auvernia-Ródano-Alpes y Occitania, y por el Gran Este, toda Francia se ve afectada por la ferocidad anticristiana. Las fuerzas anónimas que hacen la guerra a la realidad cristiana en Francia no se limitan a incendiar iglesias; el fenómeno es mucho más extendido y multidimensional.
"Las celebraciones eucarísticas también se ven interrumpidas. Como en la iglesia de Saint-Germain-en-Laye, por ejemplo, cuando en Navidad un hombre subió al altar y, gritando 'Alá Akbar', mostró su trasero a los fieles.
O cuando, en Semana Santa del año pasado, se frustró un atentado planeado por el Estado Islámico contra varias iglesias durante la Noche Santa. Todo se vuelve aún más inquietante si pensamos en el calendario de ceremonias religiosas previstas para el Año Jubilar, con las concentraciones de fieles que ello conlleva".
Lorenza Formicola señala con acierto: "Cada vez es más difícil sostener que estos ataques, en nombre de Alá, no tienen nada que ver con el islam, como algunos siguen repitiendo. En realidad, es el cristianismo como tal el que está en el punto de mira. El asesinato del Padre Hamel y las tres personas asesinadas en Niza por el simple hecho de encontrarse en una iglesia católica son algunos de los ejemplos más impactantes.
"Los terroristas se sienten protagonistas de un islam no menos auténtico que el de los intelectuales musulmanes que viven en Occidente", declaró a La Bussola Rémi Brague, profesor emérito de filosofía árabe medieval en la Universidad de París, sobre la persecución de los cristianos. Y añade: "De hecho, también es muy interesante observar que casi nadie manifiesta su solidaridad con los cristianos cuando son atacados".
En realidad, "las autoridades siguen ignorando la gravedad y la magnitud del fenómeno. Entre 2015 y 2019, también se produjo una ola de redadas contra cruces instaladas en la cima de las montañas a lo largo de los Pirineos, cuyos autores nunca han sido identificados. Hablamos de cruces que pesan más de 40 kilos: para derribarlas, unos desconocidos equipados con trituradoras las arrancaban y las arrojaban al vacío.
"En cuatro años se destruyeron y robaron más cruces de las que el Consejo Departamental de los Pirineos Orientales pudo reparar y sustituir, y en septiembre de 2019 las autoridades decidieron tirar la toalla y anunciaron que no se instalaría ninguna cruz nueva en las cimas, ni se repararía ninguna: un coste excesivo, sobre todo teniendo en cuenta el vandalismo cada vez mayor. Así, hoy en día, todas las cruces que caracterizaban el paisaje en las cimas han desaparecido".
Cada dos semanas desaparece una iglesia en Francia
Y la periodista constata: "La Iglesia en Francia está herida y encerrada en sí misma. Según Edouard de Lamaze, presidente del Observatorio del Patrimonio Religioso de París, 'cada dos semanas desaparece una iglesia en Francia, incendiada, vendida o demolida. Dos tercios de los incendios son de origen criminal: si seguimos así, nuestro patrimonio quedará completamente destruido. Lo perderemos todo'".
El Observatorio que dirige registra una media de mil ataques anticristianos al año, entre incendios, destrucción de estatuas y robos de hostias. Y, en este contexto, predice que el 10% del patrimonio religioso será destruido o abandonado de aquí a 2030.
"Esto significa que cinco mil iglesias corren el riesgo de desaparecer debido a los ataques, la secularización y el deterioro de los edificios, principalmente por la falta de voluntad, tanto de las jerarquías políticas como religiosas, de mantener vivo un patrimonio que es el alma de Francia.
Para Stéphane Bern, exasesor del presidente Emmanuel Macron para la protección del patrimonio francés, existe un problema de descristianización de Francia: "las iglesias ya no son frecuentadas, por lo que ya no reciben mantenimiento". De los 40,000 edificios religiosos confiados a los municipios franceses, al menos 1,600 están actualmente cerrados por deterioro.
Lorenza Formicola concluye: "El informe de los servicios de inteligencia también destaca el aumento exponencial de los robos en los lugares de culto, que se han duplicado con respecto al año anterior. La toma de conciencia de un cerco multiforme debería impulsar a la comunidad católica a organizar una reacción, especialmente en el ámbito cultural.
"Y las autoridades deberían abordar la cuestión de la inversión de más recursos para perseguir a los autores de incendios y profanaciones. Pero, hoy en día, entre la pereza de los primeros y la indolencia de los segundos, solo asistimos a la aceleración de una descristianización opresiva y violenta. ¡Y pensar que lo primero que se hace cuando se visita una ciudad, grande o pequeña, es ir a la iglesia!"
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Fuentes: Europe1/La Nuova Bussola Quotidiana – Trad. à partir de belgicatho/DICI n°454 – FSSPX.Actualités
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