Francia: el Consejo de Estado ordena el "desconfinamiento" de las ceremonias de culto

Fuente: FSSPX Actualidad

Conseil d’Etat

El decreto del 11 de mayo de 2020 definió las medidas generales para el "desconfinamiento" en el contexto del estado de emergencia sanitaria. El párrafo III del artículo 10 establece que, así como sucedió durante el período de confinamiento, cualquier congregación o reunión dentro de los establecimientos de culto está prohibida, con la excepción de las ceremonias fúnebres, limitadas a veinte personas.

El juez de medidas provisionales del Consejo de Estado ordenó al gobierno levantar la prohibición general y absoluta de las reuniones en lugares de culto y promulgar en su lugar medidas estrictamente proporcionales a los riesgos sanitarios y apropiadas para la primera fase de "desconfinamiento".

Esta sentencia se obtuvo a raíz de una solicitud de medidas provisionales ante el Consejo de Estado presentada por varios particulares y asociaciones, incluidas la Fraternidad San Pío X, Civitas, la Fraternidad San Pedro, la Fraternidad San Vicente Ferrer, Agrif y el Partido Demócrata Cristiano, entre otras.

Cabe recordar que la libertad de culto es una libertad fundamental que "incluye entre sus componentes esenciales el derecho a participar colectivamente en ceremonias, en particular en lugares de culto".

Sin embargo, el juez señaló que "sí son posibles algunas medidas de supervisión menos estrictas que la prohibición de todas las reuniones en los lugares de culto previstas por el decreto del 11 de mayo de 2020", dada la tolerancia de las reuniones de menos de 10 personas en otros lugares abiertos al público previstos por el mismo decreto.

En consecuencia, "la prohibición general y absoluta es desproporcionada en relación con el objetivo de preservar la salud pública" y constituye una interferencia grave e ilegal hacia la libertad de culto.

Por lo tanto, el Consejo de Estado ordenó al Primer Ministro modificar, dentro de un período de ocho días, el decreto del 11 de mayo de 2020, "tomando medidas proporcionales a los riesgos sanitarios asumidos y apropiados para supervisar las congregaciones y reuniones en los lugares de culto".

Esta sentencia ha demostrado la falta de lógica, y la imparcialidad, de las medidas gubernamentales relacionadas con el culto. Además, permite evaluar el silencio ensordecedor del episcopado francés, gran ausente de los debates e incapaz de defender la religión católica en Francia. Por otro lado, se puede notar la multitud de asociaciones y movimientos de tendencia tradicional que han participado en esta acción.

Esto permitirá por fin a los católicos franceses celebrar la fiesta de Pentecostés dignamente. A menos que el gobierno esté tratando de ganar tiempo, y el plazo de 8 días se extienda demasiado...