Francia: el Evangeliario de Saint-Mihiel es puesto a la venta

Fuente: FSSPX Actualidad

La Universidad Católica de Lille ha puesto a la venta el llamado evangeliario de "Saint-Mihiel", elaborado en el año 1040 en la abadía de Reichenau, en el lago de Constanza.

Se trata de un tesoro invaluable, desconocido para el público en general, que alberga la biblioteca del Instituto Católico de Lille, según anunció el 6 de julio de 2020 la revista La Vie. El llamado evangeliario de "Saint-Mihiel" es una obra maestra de la iluminación medieval, explica Eric Palazzo, profesor de historia del arte medieval en la Universidad de Poitiers.

En el scriptorium de la abadía benedictina de Reichenau, ubicada en una isla en el lago de Constanza, el taller de los monjes copistas del siglo XI incluía a los más grandes iluminadores. Compuesto por 254 páginas y 15 pinturas a página completa, el evangeliario es una de las joyas de la escuela de Reichenau. Posteriormente se confió a la abadía de Saint-Mansuy de Toul (Meurthe-et-Moselle), y luego a la abadía Saint-Michel de Saint-Mihiel (Mosa), que albergaba en el siglo XVIII una biblioteca compuesta por 10,000 libros. Fue en esta ciudad donde el párroco Charles Didiot, futuro obispo de Bayeux y Lisieux, lo compró a un bibliotecario en 1830 y se lo regaló a su pariente, el canónigo Jules Didiot, decano de la facultad de teología de Lille, quien lo donó en 1881 a la biblioteca del Instituto Católico, fundado unos años antes.

"En Francia, es muy raro que una obra de este tipo se conserve en una institución religiosa", explicó Eric Palazzo, recordando que la mayoría de los manuscritos iluminados de este período se encuentran en la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) y pertenecen al estado.

Se espera que la venta del manuscrito financie, entre otras cosas, los trabajos de restauración de la Capilla de la Universidad Saint-Joseph, cuyo costo asciende a siete millones de euros. "Esperamos una adquisición por parte del Estado", declaró Anne-Marie Michel, directora de relaciones internacionales y comunicación de la Universidad Católica de Lille. El manuscrito se incorporaría entonces a la BNF, entre los 30,000 manuscritos disponibles para ser consultados por los investigadores. "Únicamente cambiaría el lugar de conservación", señala Eric Palazzo.