Francia: la banalización del aborto en cifras
El Departamento de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadísticas (DREES) acaba de publicar su informe anual sobre el aborto, cuyo número aumentó en 2023. Este aumento se explica en parte por las sucesivas ampliaciones de la ley Veil en nombre de una ideología que oculta su nombre, bajo el pretexto del progreso de los derechos de las mujeres.
Las estadísticas de la DREES publicadas el 25 de septiembre de 2024 se basan en los lugares donde se practica el aborto: establecimientos de salud, consultorios municipales, centros de salud; los profesionales involucrados: médicos, parteras; los métodos utilizados: medicinas, instrumentales; y las características de las mujeres: edad, departamento, residencia, término de gestación.
Así, en Francia se realizaron 243,623 abortos en 2023, es decir, 8,600 más que en 2022. 16,007 son residentes en departamentos y regiones de ultramar, es decir, 560 más que en 2022. El aumento del número de abortos observado en 2022 continúa, según el informe, tras una clara disminución en 2020 y 2021, probablemente ligada a la pandemia de Covid-19.
Entre 2022 y 2023, las tasas de recursos aumentaron para todos los grupos de edad entre las mujeres adultas, con un aumento más marcado para las de 20 a 34 años, el grupo de edad donde los abortos siguen siendo los más frecuentes.
Hasta 2005, todos los abortos se realizaban en establecimientos de salud. A partir de esta fecha, la ley evolucionó: se autorizaron los abortos con medicamentos en la ciudad, luego en los centros de salud y en los centros de salud sexual. Así, en 2023, el 41% de los abortos se realizaron fuera de los establecimientos de salud.
El método médico representa el 79% de todos los abortos: el 48% de estos abortos se realizan en establecimientos de salud, el 46% en consultorios privados y el 6% restante en centros de salud o centros de salud sexual.
Otro dato a destacar: entre 2020 y 2023, el número de profesionales de la salud que practican el aborto aumentó en 814, todos los practicantes combinados. El aumento afecta principalmente a las matronas (+693), mientras que la tendencia es a la baja entre los ginecólogos y ginecoobstetras (-42).
Cabe recordar que, por decreto del 2 de junio de 2016, el gobierno amplió las competencias de las parteras en materia de aborto con medicamentos: este último puede realizarse en la ciudad, en un centro de salud o en un centro de planificación o educación familiar, por un médico o partera.
En los establecimientos de salud, tres de cada cuatro abortos se producen entre las 5 y 8 semanas de amenorrea. Tras la ampliación de dos semanas de la duración legal de los abortos realizados en establecimientos de salud -de 14 a 16 semanas-, los llamados abortos "tardíos", realizados a partir de las 12 semanas, representan el 9.5% de todos los abortos hospitalarios.
Los departamentos de ultramar tienen en promedio una tasa dos veces mayor que Francia continental, particularmente en Guyana con 46.7 abortos por cada 1,000 mujeres en edad fértil, más del doble de las tasas metropolitanas más altas: cifras que pueden explicarse por el hecho de que “una proporción significativa de los abortos son practicados en mujeres que no son residentes en Guyana”, explica la DREES.
De estos datos se desprende que la ampliación, década tras década, del marco legislativo –principalmente el aborto con medicamentos fuera del entorno hospitalario– ayuda a explicar en parte el aumento de los abortos. El alargamiento de los plazos empieza a influir en esta inflación.
La banalización del aborto ha avanzado, mientras Francia vive un invierno demográfico sin precedentes: en 2023, la fecundidad cíclica disminuyó a 1.64 hijos por mujer en la Francia continental, sabiendo que sería necesaria una tasa de 2.1 para renovar las generaciones.
Sin embargo, dos estudios recientes –realizados por los institutos Verian y OpinionWay en enero de 2024 y difundidos por el Journal du dimanche– afirman que el número de hijos deseados es muy superior a la fecundidad observada: alrededor de 2.27.
Esto se debe a las preocupaciones de las familias sobre cómo está cambiando el mundo para el 30% de los encuestados, y al coste financiero de tener un hijo más para el 28%. Por último, estos estudios revelan que el 57% de las familias cree que el contexto en Francia es en general desfavorable para tener hijos. ¿Es esto sorprendente?
Fuentes: DREES/Journal du dimanche – FSSPX.Actualités
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