Francisco: diez años de pontificado en diez preguntas (1)

Fuente: FSSPX Actualidad

El 13 de marzo de 2013, el cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa y tomó el nombre de Francisco. Diez años después, el aniversario de esta elección se celebró de manera particularmente discreta: el Papa ofició una misa privada con los cardenales presentes en Roma, en la capilla de la residencia de Santa Marta.

Ese día, Radio Vaticano y Vatican News difundieron una entrevista con Francisco en la que declaró estar muy afectado por todos los conflictos armados que han marcado esta década, pero concluyó con su "sueño para la Iglesia, el mundo, quienes lo gobiernan, y la humanidad", resumiéndolo en tres palabras: "fraternidad, lágrimas y sonrisas".

La discreción de este aniversario no ha impedido que los vaticanistas intenten hacer un balance de los últimos diez años. Más que un balance, es una serie de dudas y preguntas que formulan, tan contradictorias como los actos y las declaraciones del soberano pontífice.

Compartimos aquí esta perplejidad, reduciéndola a diez preguntas esenciales, las que con más frecuencia surgen bajo la pluma de los periodistas. Podrían complementarse con otras, pero nos parece que, tal como están, expresan con bastante precisión la inquietud que reina en Roma. He aquí la primera:

1. ¿Existe un Papa mediático (simpático) y un Papa real (autoritario)?

En el sitio Il Sismografo, muy cercano al Papa Francisco, el 1 de marzo de 2023, el periodista chileno Luis Badilla no dudó en hablar de "dos Papas", no sin antes señalar lo difícil que es resumir los últimos años del pontificado actual: "¿Cómo hacer un balance de los diez años de un soberano pontífice a menudo ilegible e indescifrable? ¿Cómo interpretar los muchos silencios y ambigüedades fuera del circuito mediático? […]

Hacer un balance de estos diez años de pontificado es un reto exigente porque ante todo es necesario sintetizar innumerables, miles de hechos, textos y gestos complejísimos y contradictorios. […] Estos diez años no son fáciles de leer. En muchos pasajes, este papado es ilegible.

En Argentina, se dice del Papa Francisco, respecto a esta dificultad, que el arzobispo emérito de Buenos Aires "pone la luz intermitente hacia la izquierda, pero gira a la derecha y viceversa". En Roma, en la Curia, se dice lo mismo pero en términos menos tajantes: "Es una persona muy impredecible'".

Según Luis Badilla, la dificultad para descifrar el pontificado actual se habría agudizado hace cinco años, tras el "devastador" viaje de Francisco a Chile en enero de 2018: "Encontró un país que no era como él pensaba, optando por creer a sus informantes de alto nivel. Y se equivocó a lo grande en su forma de abordar el drama de la pedofilia, hasta el punto de llegar a pedir públicamente a las víctimas que 'presentaran las pruebas'".

Tras la visita a Chile, pero también a otros países latinoamericanos, todo se complicó terriblemente para el Papa, al punto que nunca más ha vuelto a la región, salvo para la JMJ 2019 en Panamá".

Desde entonces, comenta Luis Badilla: "Cada vez hemos visto más clara la partición de palabras del pontificado, la cohabitación de dos Papas: Francisco y Bergoglio. El primero es un Papa mediático, sumamente "inflado" por una determinada parte de la prensa y círculos periodísticos específicos: siempre un gran líder popular, con un carisma notable en la plaza pública, aunque al servicio del Evangelio, orgulloso de hacer política. […]

"El segundo es un Papa soberano, hombre de gobierno por excelencia, titular de todos los poderes, muy inclinado a la razón de Estado, autorreferencial y en permanente estado de defensa contra los lobos que asedian el trono y contra las conspiraciones de los cortesanos. Desde su fortaleza de Santa Marta, lo controla todo, mientras que en el Vaticano no se mueve ni una hoja sin su consentimiento".

Y aclara: "Estas no son dos realidades completamente superpuestas. A veces coinciden. A menudo, en cambio, son diferentes, e incluso una figura acaba por contradecir a la otra, precisamente porque el soberano pontífice Francisco no siempre está en sintonía con el soberano pontífice Bergoglio. La dulzura, la afabilidad y el genio comunicativo de Francisco no siempre se corresponden con la forma en que actúa, legisla, ordena y utiliza los instrumentos del poder".

Continuará...