Francisco, Luc y Rebecca
Monseñor Luc Terlinden, arzobispo de Malinas-Bruselas, con el decano Alain de Maere y Rebecca Alsberge
La procesión entra en la iglesia y el celebrante va acompañado de una mujer. Tras leer el Evangelio, la invita a "hacer resonar la palabra de Dios" [sic]. Durante la plegaria eucarística, menciona su nombre después del nombre del Papa y del obispo local: "En unión con tu siervo, nuestro papa Francisco, nuestro obispo Lucas, nuestra delegada episcopal Rebecca..." [sic].
"Al final de la celebración, antes de la bendición, Rebecca pronunciará una palabra de saludo y se situará en la procesión de salida junto al sacerdote para saludar con él a los fieles".
Estas son las instrucciones claras y precisas que Rebecca Alsberge, "delegada episcopal para el vicariato general del Brabante Valón", envió en una circular fechada el 6 de noviembre de 2024 a los decanos, jefes de unidades pastorales y párrocos, en relación con las eucaristías celebradas en su presencia en su vicariato.
Para comprender bien estas nuevas directrices litúrgicas y reglas de precedencia, hay que saber que Rebecca Alsberge, madre de cuatro hijos, fue nombrada el 1 de enero de 2024 por el arzobispo de Malinas-Bruselas, Monseñor Luc Terlinden, para sustituir al obispo auxiliar de Brabante Valón, Jean-Luc Hudsyn.
Rebecca declaró a los periodistas: "lo que hace que esto parezca nuevo para todo el mundo es que había un obispo auxiliar, monseñor Hudsyn, y yo le sustituí". [sic] [Hoy es la encargada de proponer a Monseñor Terlinden los nombramientos de los sacerdotes que ejercerán su ministerio en las 162 parroquias de la provincia.
¡Todo un ejemplo de sinodalidad en acción! Esta es la "pirámide invertida" que pide el Papa Francisco: los que fueron enseñados, enseñarán; los que fueron dirigidos, dirigirán. Esto debe escucharse después del Evangelio y durante la plegaria eucarística. Debe verse en la procesión.
Es cierto que la delegada episcopal no lleva todavía las pontificalia, es decir, las insignias pontificales del anillo pastoral, la cruz pectoral, el báculo y la mitra. Pero algunos fieles belgas observaron que con este inusual dúo en la procesión de entrada, el "Asperges me" se transformó en un inquietante "Alsberge me".
La espada no está lejos del hisopo, con este feminismo clerical disfrazado de paridad sinodal. Algunos se preguntan si la próxima circular exigirá que el himno de entrada sea "Chez nous soyez Reine". Y el himno de salida: "Salve Rebecca".
Padre Alain Lorans
Fuente: Dici, n° 451 – FSSPS.Actualités
Imagen: bwcatho.de