Frente a la Santa Sede, China opta por la ofensiva de la sonrisa

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Joseph Yang Yongqiang

El 27 de mayo de 2025, las autoridades chinas acogieron oficialmente el nombramiento por parte de la Santa Sede de Mons. Joseph Yang Yongqiang como obispo de Zhoucun, en la provincia de Shandong. Se trata de un gesto poco habitual por parte de Beijing, en un contexto en el que el futuro del acuerdo entre China y el Vaticano sigue siendo incierto desde la llegada al poder del papa León XIV.

El nombramiento de monseñor Joseph Yang Yongqiang, ordenado sacerdote en 1995 y vicario general de la diócesis de Zhoucun, fue anunciado simultáneamente por el Vaticano y las autoridades chinas: no hay que ver en ello una casualidad. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lin Jian, aplaudió la decisión de la Santa Sede en una rueda de prensa celebrada el 27 de mayo de 2025, subrayando que reflejaba "el respeto mutuo y la cooperación constructiva" entre Beijing y el Vaticano.

Esta declaración, de tono sorprendentemente positivo, contrasta con el habitual silencio —por no decir desconfianza— de las autoridades chinas sobre temas religiosos. Lin Jian también expresó el deseo de China de "promover el desarrollo saludable" de la Iglesia católica china, un mensaje que parece destinado a tranquilizar al nuevo papa.

¿Puede interpretarse este tono conciliador como un gesto deliberado de Beijing para apaciguar a León XIV, un papa cuyas intenciones sobre el tratamiento del caso chino se desconocen por el momento? China, consciente de haber iniciado una escalada al violar repetidamente un acuerdo secreto que, en definitiva, le es muy favorable, podría tratar de apaciguar las tensiones, aunque solo sea en apariencia.

Porque en lo que respecta a China, el nuevo papa parece mostrar matices con respecto al pontificado anterior. El 25 de mayo de 2025, durante la Jornada de Oración por la Iglesia en China, el sumo pontífice llamó a los católicos chinos a vivir "en plena comunión con la Santa Sede", una formulación que insiste veladamente en la autoridad papal frente a la Asociación Patriótica de Católicos de China (APCC), una emanación del PCCh a la que se supone que pertenecen todos los miembros del clero católico.

León XIV podría así hacer hincapié en la unidad eclesial y la primacía del Papa en los nombramientos. Esta perspectiva podría inquietar a Beijing, que no vería con buenos ojos que se desvanecieran los beneficios del acuerdo con el Vaticano, especialmente en un contexto geopolítico tenso, marcado por las rivalidades entre China y Estados Unidos.

Es cierto que el nombramiento de monseñor Yang, un sacerdote "clandestino", refuerza la imagen de una Iglesia china unida, objetivo oficialmente compartido por la Santa Sede y China. Con esta medida, Beijing envía una señal de apaciguamiento, sin duda para dar una imagen favorable de su cooperación al nuevo Papa.

Pero este gesto no debe hacer olvidar el pasado, que compromete el futuro. Asianews se plantea la pregunta adecuada: ¿qué papel efectivo se le atribuirá al obispo auxiliar Lin Yuantuan en el gobierno de la diócesis? ¿Y en qué medida su presencia contribuirá realmente a superar la fractura entre los católicos "oficiales" y las comunidades "clandestinas"?

Porque en la vecina diócesis de Mindong, donde en 2018 el Vaticano adoptó la misma solución al nombrar a un obispo "oficial" como ordinario, asistido por un "clandestino" como auxiliar, la "convivencia" duró dos años: el segundo obispo, marginado, tuvo que dimitir. Recientemente, ha tenido que sufrir graves restricciones, ya que los organismos eclesiásticos controlados por el Partido no toleran que muchos católicos locales sigan acudiendo a él, al menos para su vida espiritual.

Es cierto que el papa León XIV muestra su deseo de continuar con la aplicación del acuerdo firmado por el Vaticano con Beijing en 2018. Sin embargo, queda por ver qué decisiones se tomarán con respecto a las dos elecciones de candidatos a obispo que tuvieron lugar durante la vacante de la sede en Shanghái (obispo auxiliar) y en la diócesis de Xinxiang (ordinario): estos dos nombramientos son más problemáticos que el de hoy en la diócesis de Fuzhou.

¿Cuál será finalmente la actitud de León XIV en el asunto chino? El reto es complejo. Sobre todo porque en el Palacio Apostólico se enfrentan visiones divergentes sobre el acuerdo sino-vaticanista, como entre el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, artífice de dicho acuerdo, y el cardenal Fernando Filoni, cercano al actual Papa y hostil al acuerdo.