Funeral y entierro del Padre Daniel Cooper

Fuente: District of the USA

El Padre Daniel Cooper, quien falleció el 1 de mayo de 2018, día de la fiesta de San José Obrero, fue sepultado el martes 8 de mayo, en el cementerio católico Mt. Olivet, en Dickinson, Texas

Antes de enfermarse de cáncer, el Padre Cooper atendió fielmente el Distrito de Estados Unidos durante varios años. Fue un hombre reconocido por su amabilidad y dedicación al sacerdocio, por lo que no resulta sorprendente que haya padecido su enfermedad con paciencia, aceptación y un espíritu alegre.

Un día solemne

Antes de la misa fúnebre, celebrada el martes, en la Iglesia Reina de los Ángeles, en Dickinson, se rezó un rosario público por el alma del Padre Cooper, durante el cual los fieles llenaron la iglesia. Después del rosario se llevó a cabo una vigilia de oración.

En la Misa solemne de Réquiem estuvieron presentes más de 20 sacerdotes, además de un gran número de laicos, quienes eran tantos que no cabían dentro de la iglesia. El Superior de Distrito, el Padre Wegner, celebró la Misa con el Padre Kurtz sirviendo como diácono y el Padre Haenny como subdiácono. Algunos de los sacerdotes presentes se unieron al coro, mientras que el resto permanecieron con los fieles pidiendo a Nuestro Señor acoger rápidamente el alma del Padre Cooper en el cielo.

Debido a sus múltiples años dedicados al servicio sacerdotal en Dickinson, el Padre Cooper pidió ser enterrado cerca de la capilla donde solía celebrar la santa Misa, escuchar incontables confesiones y administrar otros sacramentos, según el rito tradicional romano, para la salvación de las almas.

Reflexión sobre la vida del Padre Daniel Cooper

En el sermón de la misa fúnebre, el Padre Wegner recalcó el hecho de que el Padre Cooper fue ordenado, trabajó, sufrió y murió dentro de la Fraternidad San Pío X (FSSPX). Sirvió a la FSSPX como sacerdote durante 31 años. Aunque al momento de su ordenación, muchos guardaban la esperanza de que la crisis en la Iglesia se terminaría al cabo de algunos años, ahora ha quedado claro que ésta es más larga que las vidas de los sacerdotes de la Fraternidad. ¿Cuánto durará esta crisis? Y, lo más importante, ¿la FSSPX seguirá teniendo los medios espirituales y físicos para combatirla?

La FSSPX, como lo señaló el Padre Wegner, ya no es una "fraternidad joven". En el medio siglo que ha pasado desde su creación, la Fraternidad ha experimentado retrocesos, ha enterrado a varios de sus miembros, ha comprendido sus limitaciones, pero, sobre todo, ha madurado. Una nueva generación de sacerdotes jóvenes y llenos de vitalidad forman ahora parte de las filas de la FSSPX, aunque dependen del ejemplo de los clérigos veteranos, como el Padre Cooper, cuyos años de servicio brindaron lecciones invaluables. Abrigamos la esperanza de que cuando la generación antigua de sacerdotes de la Fraternidad haya sido llamada por Dios, la siguiente "ola" clerical tendrá las herramientas necesarias para continuar la obra santa iniciada hace décadas por Monseñor Marcel Lefebvre.

Para finalizar su sermón, el Padre Wegner habló sobre la necesidad de más sacerdotes como el Padre Cooper, es decir, que la FSSPX necesita sacerdotes que amen verdaderamente el sacerdocio y que sean fieles a su vocación, permaneciendo siempre humildes y mansos. Sacerdotes como el Padre Cooper son los que mantendrán a la FSSPX saludable y enérgica en las siguientes décadas y, si así lo dispone el Buen Dios, acompañarán a los fieles a través de la constante crisis de la Iglesia.

Conclusión

Luego del funeral, el entierro y la recepción, el hermano del Padre Cooper agradeció al Padre Kurtz por la hermosa ceremonia y por las atenciones prodigadas por los fieles de Dickinson al sacerdote. Posteriormente, el clero asistente regresó a sus respectivos prioratos, sin dida alguna edificados por la gran manifestación de amor y oraciones por el Padre Cooper. Asimismo, los fieles que viajaron desde distintas partes de Estados Unidos para rendir homenaje al fallecido, podrán llevarse un recuerdo solemne de lo importantes que son nuestros sacerdotes para el futuro de la Iglesia católica y el término de la crisis.