George Orwell se apodera del Congreso de Estados Unidos
La estupidez humana parece no tener límites. Exactamente 500 años después de que el Papa León X condenó a Martín Lutero por cambiar el significado de las palabras en la Biblia y en la Tradición de la Iglesia, un pastor protestante generó gran revuelo al cambiar el "género" de la palabra "Amén".
El 3 de enero de 2021, el Congreso de los Estados Unidos dio inicio al 2021 con una oración a cargo de Emmanuel Cleaver, pastor metodista y miembro del Partido Demócrata: debido a la turbulenta situación que ha sacudido la vida política estadounidense desde hace varias semanas, y a la determinación de los demócratas de luchar contra la administración Trump, cabía esperar lo peor.
Después de pedir por la "paz en la cámara legislativa", en una oración sincretista donde se invocó confusamente a "Brahma, al Dios monoteísta y al Dios conocido por muchos nombres", el pastor terminó su oración con una expresión cuasi-esotérica: "amen y a-wo-men".
"A-wo-men" es el barbarismo creado por el pastor, para feminizar la frase "Amén". En inglés, la palabra men significa "hombres" y women significa mujeres: dos términos cuya existencia se encuentra en suspenso, ya que la presidenta de la Cámara Baja del Congreso, la demócrata Nancy Pelosi, propuso oficialmente el 1 de enero prohibir su empleo en la redacción de los futuros proyectos de ley, así como en los debates. La ideología de género parece no tener límites.
En un tweet publicado después de la sesión, el representante -republicano- de Pensilvania, Guy Reschenthaler, reaccionó enérgicamente: "'Amén' es un término de origen hebreo, que se traduce como 'así sea'; no es una palabra que indique género alguno. Desafortunadamente, para los progresistas, la realidad objetiva ya no cuenta para nada. Es increíble".
Respondiendo a las preguntas de Catholic News Agency, el 4 de enero, John Bergsma, profesor de hebreo en la Universidad Franciscana de Steubenville, puso las cosas en su lugar: "'Amén' es una palabra hebrea cuya raíz significa 'verdad'", explicó.
"En la antigüedad, recordó el académico, los hebreos utilizaban el término 'amén' en ceremonias solemnes para expresar su consentimiento a la verdad de lo dicho, que significa 'es verdad' o 'que así sea', según el contexto."
Por otro lado, el término que significa "hombre" en hebreo es "Adam" o "ish", palabra "que no está relacionada con el término 'Amén'".
John Bergsma añadió lo siguiente: "'a-wo-men' es un juego de palabras político: estrictamente hablando, es una mezcla absurda de sílabas de diferentes idiomas".
No es tan absurdo leer estas líneas de 1984, una novela en la que George Orwell analiza la génesis del totalitarismo:
"¿Acaso no se dan cuenta de que el verdadero fin de la neolengua es restringir los límites del pensamiento? Al final, haremos que sea literalmente imposible el crimen de pensamiento, porque ya no habrá palabras para expresarlo. Cada uno de los conceptos necesarios se expresará con una sola palabra, cuyo significado habrá sido rigurosamente delimitado (...) Poder es destrozar la mente humana en pedazos y luego darle la forma que uno escoja".
Fuentes: Catholic News Agency/La Croix – FSSPX.Actualités
Imagen: Flickr / Third Way Think Tank (CC BY-NC-ND 2.0)