Hace cien años: la legalización del aborto en la tierra de los soviéticos

"Este trágico día del centenario de la legalización del aborto en nuestro país no se puede olvidar". El comunicado de prensa publicado el 17 de noviembre de 2020 por la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia (CDER) eligió sus palabras con seriedad.

El 18 de noviembre de 1920 -día en que el régimen soviético legalizó el aborto- constituyó "una novedad en la historia de la humanidad, ya que, a partir de ese momento, el asesinato de los niños por nacer se convirtió en un medio de protección de la salud de la mujer y los intereses del género humano", recordaron los prelados rusos.

El aborto, prohibido por los zares, experimentó en la Rusia soviética un curso caótico: legalizado en 1920, prohibido nuevamente bajo Stalin en 1936, luego nuevamente autorizado y democratizado como método anticonceptivo a partir de 1955... Esto no es más que la prueba de que el marxismo presta poca atención al principio de contradicción, pero utiliza el pragmatismo revolucionario.

Los obispos católicos rusos recordaron una vez más que la legislación de 1920 tuvo consecuencias de gran alcance, ya que, a partir de ese momento, "se admitió la opinión de que el aborto podía justificarse en determinadas circunstancias. (...) Y que se trataba de un procedimiento médico casi ordinario".

A fin de no olvidar la gravedad de los crímenes cometidos contra los niños por nacer, la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia decidió organizar una jornada de oración el 18 de noviembre pasado, que fue también un llamado al "arrepentimiento" y la "conversión", por estos crímenes cuyo número de víctimas "supera a los de las guerras mundiales pasadas", afirmaba la nota publicada el 17 de noviembre.

De hecho, si contamos el número de abortos realizados en Rusia durante los últimos 100 años, la terrible cifra asciende a casi 310 millones de víctimas... Una cantidad falsa, porque las cifras de algunos años se siguen manteniendo en secreto.

Sin embargo, desde hace más de veinte años, el gobierno, impulsado por el Patriarcado Ecuménico de Moscú -los Ortodoxos- ha tratado de reducir el número de abortos, con indudable éxito, logrando disminuir la cifra a menos de un millón desde 2014. Sin embargo, esto es un éxito relativo, porque la tasa de natalidad está en franca decadencia en Rusia, lo cual podría tener que ver con esta disminución, al menos en parte.

Desde 1920, la lucha por el "derecho al aborto" se ha convertido en un interés ideológico en el que se encuentran sumergidas casi todas las sociedades occidentales en proceso de secularización, ofreciendo un eco singular de las palabras escuchadas en 1917 por los videntes de Fátima, de la boca misma de la Virgen María: "Si atienden a mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; de lo contrario, esparcirá sus errores por todo el mundo..."