¿Hacia la desaparición del Dicasterio para la Doctrina de la Fe?

Fuente: FSSPX Actualidad

Monseñor Victor Manuel Fernandez

Desde el nombramiento de monseñor Víctor Manuel Fernández como prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), se han escuchado muchas reacciones, que van desde la incomprensión hasta la consternación, sin olvidar el comentario del cardenal Gerhard Müller quien ya había acusado al nuevo prefecto de herejía.

Es conocida de todos la antigua y muy estrecha relación entre Francisco y "Tucho", apodo del nuevo prefecto. Esta relación no solo está ligada a la amistad, sino también, y sobre todo, a una comunidad de pensamiento. Así lo escribe Luisella Scrosatti en La nuova Bussola Quotidiana: "A Fernández ya lo conocemos: no es otro que Francisco. Y Francisco es Fernández".

Stefano Fontana afirma en el mismo sitio: "El nuevo prefecto es un calco de Francisco. (…) Siempre ha sido su fiel compañero. Lo ascendió paulatinamente en Argentina a cargos importantes, como el rectorado de la Universidad Católica y el Ordinariato de La Plata, como reemplazo precipitado de monseñor Héctor Aguer, culpable de discrepar con el Papa sobre Amoris laetitia".

La pluma de Francisco

Los autores señalan que monseñor Fernández participó en la redacción de varios textos papales: "En efecto, es de conocimiento común que Fernández participó en la redacción de la exhortación apostólica Evangelii gaudium y que incluso firmó la cita § 263 (nota 207), como si fuera un Padre de la Iglesia", recuerda Scrosatti.

Y agrega: "Sabemos que incluso Amoris laetitia (AL) fue en gran parte fruto del trabajo del exrector, ya que cientos de sus escritos fueron incluidos en el texto de la exhortación postsinodal, como señaló Sandro Magister en 2016".

La misión de reformar la doctrina de la fe

El "plan de trabajo" trazado por Francisco para el nuevo prefecto de la DDF es bastante claro, pero Tucho precisó en una entrevista con Radio Perfil su misión reformadora: "explicó su nombramiento para el cargo de prefecto de la fe por el hecho de que la nueva constitución apostólica Praedicate Evangelium, promulgada por Francisco para la reorganización de la Curia romana, 'no fue suficiente', como informó Giuseppe Nardi en katholisches.info.

Monseñor Fernández añade en la misma entrevista que "Francisco lo llamó a Roma para completar la reorganización de la Congregación para la Doctrina de la Fe, porque los esfuerzos realizados hasta ahora eran insuficientes". Stefano Fontana anticipa esta transformación:

"Probablemente será un DDF poco interesado en la Doctrina, si no es que opuesto a ella. Entenderá su papel como el de promover el diálogo teológico, pero sin ejercer ningún tipo de control ni garantía doctrinal. (…) Será pluralista y acogerá todas las filosofías y teologías".

Pero, añade con gran verdad el autor: "No obstante, no se debe pensar que ya no será dogmático o inflexible. Lo será, pero con un dogmatismo sin verdad y centrado en la praxis. Los que no se ajusten a las nuevas prácticas serán condenados y perseguidos. Y el mero hecho de 'resistir' se convertirá en acusación".

En su blog, Aldo Maria Valli habla de "una ruptura total": "no podemos hablar de un cambio de rumbo, porque Tucho Fernández no tiene rumbo, a menos que queramos considerar como proyecto la deconstrucción total del pensamiento católico, de la misma visión católica del hombre y del mundo. Es más exacto hablar del final de un viaje".

Y agrega: "La teología de Tucho Fernández no existe: no hay un pensamiento estructurado, no hay una línea de interpretación. Solo hay un mosaico de expresiones que dan paso a un vago sentimentalismo, por un lado, y al más desvergonzado relativismo, por otro. (…) Con este nombramiento, Francisco dice: basta de teología, y demos paso a la no-teología, basta de Iglesia, y demos paso a la no-Iglesia".

Un nombramiento a la medida del Sínodo

Finalmente, Scrosatti señala: "Está claro que Fernández y la misión específica que le encomienda la carta de nombramiento están hechas a la medida de la asamblea plenaria del Sínodo que comenzará en otoño: quien se atreva a oponerse a las 'propuestas' ventiladas será inmediatamente acusado ​​de usar 'métodos inmorales' y podrá saborear los métodos del dúo argentino".

Pero la influencia del nuevo prefecto también podría fortalecer la inestable posición de monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, cuyas posiciones se alejan cada vez más de la doctrina católica, subraya el mismo autor. Y concluye: "Monseñor Fernández es el clon no solo de Francisco, sino también de Paglia".

Antología del pensamiento del nuevo prefecto de la DDF

Scrosatti recuerda que, el 5 de marzo, monseñor Fernández afirmó que: "Sin darse cuenta, la Iglesia ha desarrollado durante siglos una doctrina llena de clasificaciones la cual establece que solo los bautizados que están en la gracia de Dios pueden recibir la comunión y los que están en pecado mortal no pueden; y que solo aquellos que se arrepienten de sus pecados y muestran voluntad de enmienda pueden recibir la absolución sacramental".

Según el prelado, esto es algo "terrible". Afortunadamente, esto sucedió en el pasado, porque el Papa Francisco cambió todas estas barbaridades. - Sin comentarios.

José Quarracino explica en el blog de Marco Tosatti "Stilum Curiae" que: "El arzobispo de La Plata ha reconocido explícitamente las doctrinas bergoglianas de sinodalidad y de inclusión de la comunidad LGBT+ en la vida de la Iglesia, al punto de afirmar que quienes no acepten esta última actitud inclusiva no pueden ser catequistas en la Iglesia".

El mismo autor denuncia esta afirmación alucinante: "Hay cosas que a veces creemos inmutables y en realidad no lo son. El precepto dominical, por ejemplo, no es indispensable y es algo que se puede perder".

Conclusión

Muy recientemente, la nominación del Padre Martin Lintner para convertirse en Decano de la Facultad de Filosofía y Teología de Brixen-Bressanone, Italia, fue rechazada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación debido a su heterodoxia en "publicaciones que tocan la moral sexual".

Sin embargo, el Papa Francisco nombra para la DDF a un teólogo, un obispo, que profesa doctrinas heterodoxas, incluso herejías según el cardenal Müller. Y que ahora se encarga de animar y guiar, sin condenar, a teólogos como el Padre Lintner.

A la luz de lo anterior, el signo de interrogación que adorna el título de este artículo parece superfluo. Más bien conviene afirmar que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ya no debe llamarse así, sino Dicasterio contra la Doctrina de la Fe.